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Madrid

El Gobierno regional anima a las franquicias a instalarse en los mercados de abastos

Los mercados tradicionales están en retroceso, pese a su buena ubicación, generalmente en el centro de la ciudad y en zonas populares. Para revitalizar estos espacios comerciales, la Comunidad de Madrid, con el apoyo del Ayuntamiento y la Cámara de Comercio, ha puesto en marcha un proyecto para introducir las cadenas de franquicias dentro de los mercados y galerías comerciales.

Según explicó ayer la directora general de Comercio de la comunidad, Concepción Guerra, la intención es que 'los mercados recuperen la importancia que tuvieron antaño'. En este sentido, se intenta que la franquicia cubra las vacantes que se crean en los puestos de algunos mercados tradicionales, al mismo tiempo que complementa la oferta existente y sirve de locomotora para atraer a un nuevo tipo de público.

Por otra parte, las franquicias lograrían superar uno de los principales obstáculos que encuentran a la hora de cumplir sus planes de expansión: la escasez de locales. Muchas cadenas optan por los centros comerciales en las afueras de la ciudad porque no encuentran espacios adecuados en el centro urbano. El principal inconveniente de este proyecto es que está limitado a enseñas capaces de desarrollar su negocio en espacios reducidos.

'Los mercados tienen actualmente tres puntos débiles: la poca flexibilidad que se le ofrece al consumidor a la hora de pagar, ya que la mayoría no acepta tarjetas de crédito; la limitación en los horarios, y un escaso servicio al cliente, pues no se suele llevar la compra a casa', apunta Concepción Guerra. 'Con la franquicia se intenta conseguir la modernización de los mercados y galerías, incorporando nuevas fórmulas comerciales adaptadas a las nuevas tendencias y necesidades de la sociedad. Hay que intentar que vaya gente joven a los mercados'.

Esta iniciativa se enmarca dentro del Plan de Rehabilitación y Mejora de estos equipamientos comerciales y de dinamización del comercio minorista que la comunidad ha puesto en marcha en el presente año y que se desarrollará hasta finales de 2003. En este marco se incluye una serie de subvenciones para reformas y mejoras: el 35% lo aporta la comunidad, y entre el 20% y el 30%, el Ayuntamiento.

Los responsables de la comunidad ya han mantenido negociaciones con algunas cadenas de franquicias y han organizado un encuentro empresarial que se celebrará el próximo 3 de junio en la Cámara de Comercio con el fin de dar a conocer este plan.

Entre los sectores que mejor encajarían en esta iniciativa destacan los relacionados con la alimentación y los servicios, según Guerra. Las cadenas de panaderías, herboristerías, parafarmacia, comidas preparadas, bares de tapas, tintorerías, arreglo de ropa, complementos para el hogar y fotografía son algunas de las apuestas más firmes para llevar a cabo este proyecto. La Comunidad ya ha mantenido contactos con enseñas como Rodilla, Orio (panaderías), Retoucherie de Manuela, Foto Sistema, Euro y Compañía, Farmarosa y Lizarran, entre otras.

3.000 millones de ventas y 50.000 empleos

 

Con un total de 284, Madrid es la comunidad con mayor número de centrales franquiciadoras. De ellas, 215 están inscritas -o en trámite de inscripción- en el Registro de Franquiciadores que se gestiona a través de la Dirección General de Comercio, según un informe presentado ayer.

 

En conjunto, las cadenas instaladas en esta comunidad suman 17.828 puntos de venta y representan un 29,5% del total de establecimientos franquiciados que existen en todo el territorio español.

En conjunto dan trabajo a unas 50.000 personas, lo que significa una media de cinco empleos por cada establecimiento, aunque depende del sector y del tipo de local. En cuanto a la cifra de negocio, los establecimientos franquiciados madrileños facturan unos 3.000 millones, según la Consejería de Economía.

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