El Gobierno lleva la Ley de Partidos al Congreso con un duro ataque al PNV
Pese a haber pactado el grueso del proyecto de ley, el Gobierno y el PSOE expresaron ayer en el Congreso talantes muy diferentes en su visión del conflicto vasco. El primero utilizó en su defensa de la norma un duro ataque al PNV mientras que los socialistas defendieron el diálogo con el partido que hoy gobierna en el País Vasco.
El ministro de Justicia, Ángel Acebes, recordó al PNV que lleva 22 años al frente del Ejecutivo de Vitoria y que toda la oposición está obligada a llevar escolta. También le reprochó que haya permitido que en la comisión de derechos humanos del Parlamento autónomo se siente Josu Ternera, 'uno de los jefes terroristas', y que desde su tribuna se justifiquen 'los asesinatos a sangre fría y el tiro en la nuca'. '¡Señor Anasagasti, eso no es una democracia de baja calidad, eso es una vergüenza!', le dijo Acebes al portavoz del PNV en el Congreso. A continuación, le invitó a 'sumarse al consenso'.
El secretario general del PP, Javier Arenas, profundizó en estos ataques al PNV. Le preguntó en qué localidad francesa negoció con ETA el Pacto de Lizarra y le acusó de preocuparse más 'de salvar las posibilidades de la autodeterminación' que de perseguir a los violentos. Si él fuera nacionalista, añadió 'sería el primer interesado en que nadie ensuciara mis ideas con sangre inocente'. Asimismo, acusó a la formación de Xabier Arzalluz de ocultar 'intereses electorales' detrás de su oposición a la Ley de Partidos y le censuró la búsqueda de votos entre los seguidores de Batasuna. Arenas también afeó a los nacionalistas por 'dar alas' a ETA manteniendo 'la esperanza de una negociación política forzada'.
La respuesta del PNV no llegó de boca de su portavoz, Iñaki Anasagasti, sino del diputado Josu Erkoreka, profesor de Derecho Administrativo. Su defensa se centró, de hecho, en la línea jurídica. En opinión de su grupo, para ilegalizar Batasuna bastaría con aplicar el Código Penal, sin recurrir a una reforma de la Ley de Partidos que considera inconstitucional porque 'vulnera la libertad ideológica'. Estos también fueron los argumentos manejados por los representantes de IU, IC, EA, BNG, CHA y ERC en sus enmiendas de totalidad al proyecto de ley, todas ellas rechazadas con los votos del PP y el PSOE. CiU votó a favor de la enmienda del PNV, aunque ha anunciado que apoyará la reforma promovida por el Gobierno en el resto del trámite parlamentario.
El PSOE apela al diálogo
El portavoz del Grupo Socialista, Jesús Caldera, acentuó la disposición del PSOE a dialogar con el PNV durante la tramitación del proyecto y emplazó también al Gobierno a abrir el acuerdo al resto de los partidos. 'æpermil;sta no es una ley contra el nacionalismo, sólo contra los que apoyan la violencia', afirmó.
El Gobierno quiere que el proyecto sea aprobado definitivamente en junio para proceder con premura a la ilegalización de Batasuna, a través de la sala especial del Tribunal Supremo prevista en la propia norma.