La banca capea el temporal
El primer trimestre del año ha sido duro para el sector financiero español en su conjunto. Bancos y cajas han cerrado los tres primeros meses del año con un crecimiento del beneficio atribuido en torno al 4%, una tasa muy inferior a las acostumbradas en los últimos ejercicios. El denominador común ha sido que el negocio típico se ha comportado mejor de lo que se preveía a finales de 2001, con una reactivación del crédito que parece anticipar mejores expectativas de crecimiento, a pesar de las señales contradictorias de las últimas estadísticas macroeconómicas. Así, las entidades financieras han cerrado un primer trimestre con satisfacción contenida, con la esperanza de que el ejercicio sea similar al anterior, pero no peor. El impacto de la crisis en Argentina ha sido el lastre más importante de la cuenta de pérdidas y ganancias tanto de los dos mayores bancos como de la primera caja de ahorros, La Caixa. Eso explica el empeño de las entidades en ofrecer sus resultados depurados de este efecto.
Mientras bancos y cajas capean el temporal de la desaceleración, la crisis de los mercados y la crisis argentina, acontecimientos extraordinarios como la investigación sobre las cuentas ocultas que el BBV mantuvo en paraísos fiscales o las negociaciones in extremis antes de que se apruebe el macroproyecto de Ley Financiera mantienen revuelto a un sector que basa su actividad en la confianza del público. En el caso del BBVA, todavía está por ver la repercusión que la investigación y la pérdida de imagen de la entidad puedan tener en el negocio.
En cuanto a las cajas de ahorros, deja mucho que desear el espectáculo ofrecido por los políticos, incapaces de consenso en una reforma que afecta nada menos que al 50% del sector financiero. Incluso desde el punto de vista procedimental, no se entiende que un cambio legislativo de tamaña magnitud vaya a introducirse en una ley en sus últimos trámites parlamentarios, a través de las enmiendas presentadas por el partido del Gobierno, que ha elaborado el proyecto. El Partido Popular no se ha cansado de repetir que no legisla para personas o cargos concretos, pero habrá que esperar a conocer en detalle la redacción final del proyecto, después del juego de enmiendas de quita y pon, transaccionales, etcétera, para ver qué implicaciones tienen los cambios propuestos.
Lo que parece claro es que las comunidades autónomas, cualquiera que sea su color político, no están dispuestas a perder el control de estas entidades y que el conflicto de competencias puede ser un obstáculo insalvable a la hora de poner en marcha las reformas previstas. Una de las tareas que debe afrontar el nuevo presidente de la CECA, Juan Ramón Quintás, que ayer asumió el cargo, será la de hacer comprender a los políticos que el sector debe mantenerse al margen de los vaivenes electorales, y que para eso se están debatiendo varias enmiendas de la Ley Financiera relativas al sector de las cajas.