Deutsche Telekom reduce el volumen de su emisión de bonos
Colocar papel en los mercados, tanto deuda como nuevas acciones, se ha convertido en una operación de alto riesgo. El temor de las compañías a que los inversores no acepten su oferta ha forzado a algunas entidades a retirar la venta o a rebajar drásticamente sus pretensiones. La última de ellas ha sido Deutsche Telekom, que ayer recortó de 8.000 a 5.000 millones de euros la cuantía total de su última venta de bonos.
El miedo de la alemana a quedarse con el papel en las manos es tal que, además de rebajar drásticamente el volumen total de la venta, ha decidido ofrecer incentivos para atraer a los inversores. Así, fuentes cercanas a las entidades colocadoras apuntaban ayer que la compañía está dispuesta a aumentar 50 puntos básicos el rendimiento de la nueva deuda en caso de que la teleco sufra un recorte en su solvencia crediticia.
Sin embargo, algunos analistas señalaban ayer que con el recorte de la emisión y el azucarillo de la cobertura ante una potencial rebaja de rating la compañía está consiguiendo el efecto contrario. Por un lado, explican los expertos, la decisión de vender menos de lo esperado puede esconder una futura venta a lo largo del año hasta completar los 8.000 millones de euros planeados en un principio. Por otro lado, los incentivos reconocen de alguna manera la difícil situación en la que se encuentra la compañía y ponen en duda su capacidad para recortar deuda.
La venta estaba inicialmente prevista para la semana pasada, pero la compañía decidió retrasarla hasta después de la publicación de resultados del primer trimestre (que tendrá lugar mañana) con la intención de que si éstos son buenos atraerán a más inversores. Los expertos no descartan que la venta pueda tener lugar a mediados de la semana que viene.