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Comercio

Canadá busca el apoyo de Brasil para combatir el proteccionismo de EE UU

La nueva ley agrícola aprobada por el Congreso de EE UU ha acabado por tensar las relaciones comerciales a nivel mundial y, en particular, en el continente americano. Tanto Canadá como Brasil han denunciado 'la política proteccionista' practicada por Washington por ser 'contraria a los acuerdos alcanzados en la Organización Mundial del Comercio' (OMC).

Tras imponer aranceles a la importación de acero de hasta el 30%, el nuevo proyecto supone un paso más hacia el proteccionismo que EE UU dice perseguir.

'La ley agrícola es un serio golpe a la credibilidad de EE UU en la actual ronda de negociaciones' en el seno de la OMC, aseguró la ministra canadiense de Agricultura, Lyle Vanclief. 'Parece claramente un giro hacia el proteccionismo, y no hacia la liberalización comercial', criticó la ministra.

Por su parte, Brasil anunció que si la ley es finalmente aprobada por Bush [cuya firma ya ha comprometido] procederá a denunciar la norma ante la OMC.

Brasil se ha mostrado muy crítico con las posiciones comerciales de Washington. Su presidente, Fernando Henrique Cardoso, señaló el pasado viernes que 'ningún acuerdo de integración puede prosperar sin la reciprocidad como pieza fundamental'.

Cardoso se refería al proyecto de integración del continente americano conocido como el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). El objetivo, fijado en la Cumbre de Quebec de abril del año pasado, es poner en marcha el proyecto para enero de 2005. El grueso de las negociaciones empezará en octubre, cuando EE UU y Brasil asuman la copresidencia del comité negociador.

Con ese horizonte, Canadá ha enviado una misión parlamentaria a Brasil para intentar ganar el apoyo de los brasileños a su lucha contra el proteccionismo estadounidense. Dado que Ottawa forma parte, con EE UU y México, del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta, por sus siglas en inglés) la denuncia ante la OMC es una posibilidad prácticamente descartada. De hecho, mantiene abierta una disputa con Washington a cuenta de la madera cuya discusión se realiza sólo a nivel bilateral. Por ello, quiere influir en las posiciones de Brasil ante el comité negociador para conseguir el compromiso de Washington a derogar estas medidas. Sin este requisito, coinciden ambas delegaciones, un acuerdo sobre el ALCA es prácticamente imposible.

De hecho, el jefe de la misión canadiense en Brasil, Mac Harb, defendió la posibilidad de un acuerdo exclusivo con Brasil o el Mercosur (integrado además por Argentina, Paraguay y Uruguay) como alternativa al ALCA. 'Canadá debe defender sus propios intereses y no permitiremos que EE UU dicte' el rumbo de las negociaciones, señaló.

Brasil también es consciente de los riesgos. 'Estamos ante una realidad en la que es posible que no exista el ALCA', advertía el ministro de Desarrollo, Sergio Amaral. El ministro advirtió que si el proyecto no atiende los intereses del país, 'Brasil no participará'. Brasil también se ve presionado por unas elecciones presidenciales, en octubre, que corren en contra del candidato del Gobierno y vienen marcadas por giro a la izquierda en las propuestas económicas.

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