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Derivados

Gestionar el riesgo con futuros

Los futuros permiten aumentar o disminuir el riesgo de una cartera de valores y reducir o incrementar la inversión inicial de forma rápida y eficaz ante expectativas de bajadas en el mercado, o viceversa

Los futuros financieros son una herramienta que aporta mucha flexibilidad a la gestión de una cartera de valores. Se pueden usar para cubrir riesgos de la cartera, por ejemplo, una cartera invertida en Ibex tiene el riesgo de caída en la Bolsa. Riesgo que se puede eliminar mediante la venta de futuros sobre el Ibex. Se pueden usar como sustitutivos de los subyacentes para tomar posiciones, aunque, en este caso, el futuro no tiene derecho a los dividendos que sí perciben los activos subyacentes. También se pueden usar para aumentar o disminuir el riesgo de una cartera.

Es lógico pensar que, en diferentes momentos, se querrá estar invertido con diferente riesgo o exposición al mercado. Puede parecerle bien incrementar el riesgo de la cartera después de una larga bajada en las Bolsas, a la espera de un rebote, o ante una mejora de las expectativas que le lleva a esperar una subida. A mayor riesgo, mayor rendimiento si el mercado se mueve a su favor y mayor pérdida si se mueve en dirección contraria. Pero, si espera una corrección porque la Bolsa lleva tiempo subiendo o por un empeoramiento de la situación, querrá bajar su cantidad invertida y correr menos riesgos. Esto se logra rápida y eficazmente con los futuros.

La importancia de la 'beta'

Antes de explicarlo es necesario que recordemos un concepto financiero: la beta. La beta de una cartera, o de una acción, es un parámetro que nos mide su sensibilidad ante cambios del mercado. Es una medida del riesgo, entendiendo por riesgo la exposición al mercado (por ejemplo, a un índice que representa al mercado). Si beta es igual a la unidad, significa que nuestra cartera se moverá uno con uno con el mercado o que tendrá el mismo riesgo que el mercado. Si es mayor que la unidad, significa que nuestra cartera se mueve más que el mercado, lo que es bueno cuando la Bolsa sube porque ganamos más, pero no es recomendable cuando baja, porque perdemos más; se trata de una cartera agresiva. Si la beta de la cartera es menor que la unidad, la cartera es defensiva: subirá menos que el mercado, pero también bajará menos.

Los futuros nos sirven para ajustar de forma rápida el riesgo -medido por la beta- de una cartera. Pensamos en una cartera de valor 800.000 euros, invertida en Bolsa española y que la beta de esta cartera es de 0,8. Eso quiere decir que por cada punto que suba la Bolsa, la cartera subirá 0,8 puntos. Piensa que el mercado ha caído bastante y que próximamente va a subir, y le gustaría arriesgar más, pero sin tener que elegir valores. Eso se puede conseguir comprando futuros del Ibex. ¿Cuántos? Dependerá del nivel de riesgo que quiera alcanzar y del valor del futuro en cuestión. Imaginemos que quiere subir su beta a 1,2, con futuros mini del Ibex que vencen el 21 de junio y que cuestan ahora 8.125 euros. Los futuros que debe comprar son los resultantes de la siguiente expresión: (beta final-beta inicial)æmdash;valor de la cartera/valor del futuro. En este caso: (1,2-0,8)æmdash;800.000/8.125= 39,38 futuros. Como no podemos comprar fracciones de futuros, redondeamos y compramos 39. Con la compra de unos futuros hemos elevado la exposición de la cartera al mercado y conseguido mayor beta. Si pasado un tiempo pensamos que el mercado ha subido bastante y que ahora el riesgo es de una corrección y quisiera bajar la beta de la cartera, actuaría de modo similar. Supongamos que quiere bajar la beta a 0,7. Esto lo puede conseguir vendiendo futuros de acuerdo a la expresión ya comentada: (beta final - beta inicial) æmdash; valor de la cartera/valor del futuro. Ahora, tras la subida, el valor de la cartera ha pasado a ser de 830.000 euros y el del futuro es de 8.400 euros. Los futuros que habrá que vender son: (0,7-1,2) æmdash; 830.000/8.400 = -49,4 -redondeamos a 49-, con lo que venderá los 39 contratos comprados y 10 más. Se quedará en neto con 10 contratos vendidos. De nuevo, con una sencilla operación con futuros hemos conseguido ajustar de modo rápido el riesgo de la cartera al nivel deseado.

Se podría pensar que ajustar el riesgo con futuros es fácil, pero es difícil medir la beta de una cartera. No es complicado. Muchas agencias de información dan datos de las betas de las acciones y la beta de una cartera es la media ponderada de la beta de los títulos que la forman. Si no tiene acceso a esos datos, los puede calcular usted mismo en una hoja de cálculo. Sólo necesita la serie histórica de rentabilidades de su cartera (o de los títulos) y de la del mercado, y la beta se halla como la covarianza entre las rentabilidades de una cartera y el mercado, dividida por la varianza del mercado: Beta = COV (cartera, mercado)/VAR (mercado).

Beneficios del 156,7% con la 'call' de Sogecable

 

La caída que ha experimentado esta semana el mercado de contado -el Ibex se ha dejado un 1,52%- ha provocado que, en términos generales, las mayores ganancias hayan sido para los inversores que apostaron por un mercado bajista a través de opciones de venta.

 

 

 

 

 

 

 

Destaca, en este sentido, el comportamiento de la opción de venta (put) sobre Acerinox. El descenso que ha sufrido el activo subyacente, del 5,5% en el periodo, ha motivado que todos aquellos que confiaron en la caída de la acción adquiriendo opciones de venta hayan podido lograr un beneficio del 112,61%. Pero estas ganancias no han estado solamente al alcance de los inversores que apostaron por las puts.

 

 

 

Los movimientos corporativos que se han producido esta semana han provocado que la acción de Sogecable se disparara, hasta cerrar el periodo con un ascenso del 12,90%. Este buen comportamiento del subyacente ha provocado que los inversores que confiaron en la revalorización de Sogecable a través de las opciones de compra (calls) hayan podido cerrar la semana con un beneficio del 156,69%. Todo ello, gracias a que la prima de la call ha pasado de 1,27 euros a 3,26 euros.

 

 

 

No ha sucedido lo mismo con Telefónica, otra de las firmantes del acuerdo. La caída del subyacente en la semana, del 1,28%, ha reportado pérdidas del 12,28% para aquellos que apostaron por su subida a través de las calls y ganancias de sólo el 14,29% en los que confiaron en su caída a través de las puts.

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