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Tribuna
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Seguridad laboral para todos

Esta misma semana se ha celebrado el Día Internacional de la Seguridad y Salud Laboral y hoy se celebra el 1º de Mayo. Es, pues, un momento idóneo para reclamar concienciación social sobre la seguridad en el trabajo.

La Ley de Prevención de Riesgos Laborales cumple este año su séptimo aniversario y, sin embargo, es ignorada aún por muchos. Cuando eso no sucede, los resultados son excepcionales.

El ejemplo de las obras de ampliación del aeropuerto de Barajas, en Madrid, es sólo un caso que debería servir de referencia al resto de las empresas públicas y privadas. La labor conjunta de los responsables de AENA, empresas contratistas, subcontratas y trabajadores autónomos ha hecho posible, en el caso mencionado, rebajar en un 80% los siniestros con respecto a la media del sector de la construcción en España. Y lo más importante, evitar fallecimientos por accidentes laborales.

Resulta cruel pensar que por no ser diligente y respetuoso con la normativa vigente en materia de seguridad se pierden vidas, muchas vidas.

Cada día mueren en España entre tres y cuatro trabajadores por causa de accidente laboral. España ocupa, junto a Dinamarca, Suecia y Bélgica, uno de los puestos de cabeza en la clasificación europea de siniestralidad en el trabajo, con 115 accidentes graves por cada 100.000 trabajadores, según la última estadística de la oficina europea Eurostat.

La misma fuente revela que España está por encima de la media europea en cuanto a accidentes graves: 90 por cada 100.000 trabajadores.

Las cifras, siempre frías, se traducen en dramas humanos, dramas familiares que podrían evitarse en gran parte. El proceso productivo español se ha modernizado de manera impresionante durante los últimos años, pero esa evolución no se ha traducido en prevención y seguridad laboral.

Se cuenta con referencias legales precisas pero no se contempla su cumplimiento. Mientras, en el ejercicio 2001 en España se contabilizaron cerca de un millón de accidentes laborales (958.628), de los que 1.021 produjeron víctimas mortales.

El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Juan Carlos Aparicio, se lamenta de que las estadísticas europeas perjudican a España, porque utilizan parámetros distintos a la hora de contabilizar los accidentes.

No es ése buen camino para recortar y atajar el desastre. Sería más efectivo hacer cumplir la normativa vigente, obligar a las empresas a vigilar la seguridad y salud laboral de sus trabajadores.

Un trabajador sabedor de que su empresa vela por su salud, se siente más seguro, se identifica más con la empresa y, consecuentemente, rinde más en su labor.

Por su parte, una empresa preocupada por la seguridad de su plantilla pierde menos jornadas por baja laboral. Las medidas preventivas en materia de seguridad y salud laboral contribuyen a que todos estén más seguros: empleador y empleado.

Es legítimo que el empresario y/o la Administración pública reclame a sus empleados compromiso y resultados. El trabajador atenderá a esa demanda para ganarse la vida, sin tener, por ello, que ponerla en peligro.

La propuesta del secretario general de Empleo, Juan Chozas, de que sería bueno que se aborde la prevención de riesgos en los convenios laborales es una opción a explorar.

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