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Competencia

El Senado de EE UU investiga a las petroleras por el alza de las gasolinas

El precio de la gasolina ha subido desde enero un 25% en Estados Unidos. Según una investigación hecha por los demócratas del Senado, que son mayoría en esta Cámara, es el exceso de concentración empresarial lo que permite a las refinerías controlar los precios. Ayer comenzaron a comparecer ante una comisión de investigación en el Senado los representantes de la industria. El Conference Board hizo ayer públicos los datos de confianza de los consumidores, que cayó en abril por el encarecimiento de la energía.

El presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, se encarga de repetir en todos sus discursos que una de las claves para mantener el crecimiento que haga olvidar la crisis a EE UU es el control de los precios de la energía, que debe quedarse en bajos niveles. Pero esto no está ocurriendo. El conflicto de Oriente Próximo y las consecuencias diplomáticas y empresariales que ello está teniendo ha afectado al alza al precio del crudo.

Pero no es eso lo único que preocupa al Senado, donde una subcomisión ha elaborado un estudio en el que se acusa a la concentración del mercado de permitir el control de los precios y a partir del cual se ha abierto una investigación.

En 1981 había 189 compañías que tenían 324 refinerías, mientras que actualmente 63 compañías controlan 150 refinerías, lo que según el informe está influyendo negativamente en el mercado. Según el informe del Senado, cada 10 centavos de incremento del precio de la gasolina añade 10.000 millones de dólares a la facturación del sector.

La subcomisión, ante la que testificaron ayer algunos miembros de esta industria, ha elaborado su estudio a partir de documentos solicitados formalmente a las propias empresas y cita específicamente un estudio de la británica BP en el que se enumeraban opciones para aumentar precios. Ejecutivos de esta empresa junto con otros de Exxon Mobil, Chevron Texaco y Royal Dutch/Shell negaron ayer la veracidad de este documento y coincidieron en calificar como erróneas las conclusiones del estudio.

Gery Heminger, presidente de Marathon Ashland, empresa a la que el subcomité acusa de controlar la gasolina en el mercado en 2000 para provocar un alza de los precios, dijo ayer ante los senadores que la consolidación de la industria no ha hecho más que aumentar la competencia. El director de producción de Chevron Texaco, David Reeves, dijo no ver la conexión entre 'la subida del precio de las gasolinas y las fusiones del mercado'. Según los ejecutivos de la industria, la subida del precio del crudo y las medidas de protección medioambiental solicitadas por el Gobierno son las causas de que el precio suba y oscile.

Los republicanos no han presentado una fuerte batalla en este particular y han señalado la lógica del aumento del precio de la gasolina, si sube el precio del crudo. Pero apenas han enfatizado el hecho de que en la primavera de este año el precio de la gasolina ha subido como nunca en los últimos 50 años. La Administración republicana del presidente George Bush está considerando relajar los estándares medioambientales para ayudar a la industria.

Pero las subidas de precio se han reflejado en el bolsillo y en la percepción ciudadana de la situación económica.

Según el Conference Board, el índice de confianza de los consumidores correspondiente al mes de abril ha caído hasta 108,8 puntos, cuando en marzo éste se situaba en los 110,7. Además de los precios de la energía, los consumidores se sienten afectados por la caída de la Bolsa, donde buena parte de ellos tienen sus ahorros. Según Delos Smith, economista del Conference Board, la crisis de la Iglesia (por los escándalos causados por los abusos sexuales) ha hecho erosionar la confianza de los americanos en las instituciones. Pese a la caída, el nivel de abril es suficiente para mantener el optimismo en la marcha de la economía.

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