Europa reduce la tensión comercial con EE UU ante la cumbre
La ofensiva comercial iniciada por la Comisión Europea contra los aranceles impuestos por EE UU para proteger su industria del acero pierde fuerza. Varios Estados miembros, como Suecia, Alemania o Reino Unido, se muestran ahora reacios a la aplicación de medidas de represalia contra EE UU, tal y como anunció el comisario de Comercio, Pascal Lamy.
La propuesta de la Comisión, respaldada por los Quince el pasado día 19, pasaba por la aplicación de sanciones contra una amplia batería de productos por importe de 377 millones de euros a partir del 18 de junio.
Sin embargo, algunos Estados miembros temen que una escalada del conflicto derive en una auténtica guerra comercial y prefieren evitarlo. Según una fuente oficial estadounidense citada ayer por Financial Times, Washington respondería a las sanciones de la UE con sus propias medidas de represalia.
Para mediados de junio también se espera la decisión de la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre otra disputa comercial entre EE UU y la UE, relativa a las desgravaciones fiscales a la exportación -el sistema denominado Foreign Sales Corporation- sobre las que la OMC falló a favor de la UE y debe decidir ahora qué sanciones aplica a EE UU.
Agenda positiva
El deseo de la UE de reducir el nivel de enfrentamiento con EE UU se ha acrecentado de cara a la cumbre bilateral que se celebrará el próximo jueves en Washington.
Pese al enfrentamiento comercial abierto, la Comisión y la presidencia española se han concentrado en la llamada agenda positiva, que incluye previsibles acuerdos en ámbitos menores como la armonización de las normas para la agricultura orgánica, la cooperación entre los reguladores de mercado o el acceso electrónico a las compras públicas. Fuentes diplomáticas españolas subrayan que las disputas constituyen una 'parte mínima' dentro de unas relaciones comerciales 'privilegiadas' que ofrecen 'altas posibilidades de cooperación'.