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Análisis de coyuntura

Signos de debilidad en el consumo de la zona euro

Las perspectivas para el consumo privado en la zona euro son de relativa debilidad durante buena parte del ejercicio actual. Aunque la evolución de los indicadores de opinión ha sido relativamente positiva, la demanda efectiva alemana no mejora, la española mantiene la desaceleración de finales de 2001 y la situación francesa e italiana podría verse dañada por la inestabilidad política.

Para el conjunto de la zona euro, han mejorado las expectativas de las familias respecto a la evolución futura de la economía, y en especial respecto del paro. En marzo, el índice general repitió el -9 de febrero, coincidiendo con el nivel de septiembre pasado, y las expectativas de paro en el próximo año también mostraron el mejor valor desde septiembre. Pero las opiniones sobre la evolución actual siguen bajo mínimos.

Los indicadores de demanda efectiva, como las ventas al por menor, siguen muy débiles. Aunque en enero superaron algo nuestras previsiones, su ritmo de crecimiento sigue siendo débil. Como nota positiva, la tendencia subyacente ha mejorado algo en enero por tercer mes consecutivo.

Respecto a la evolución por países, hay disparidades. Los indicadores de demanda doméstica alemana no muestran recuperación alguna: las ventas al por menor decrecieron en febrero un 1,1%, volviendo a registrar un comportamiento peor del esperado y la confianza familiar, aunque ha mejorado ligeramente en el primer trimestre, sigue a niveles muy bajos.

En España, las ventas al por menor no logran repuntar y la confianza familiar perdió en marzo la aparente recuperación de febrero.

En Francia e Italia los datos recientes de demanda efectiva han sido positivos: el consumo francés de manufacturas del primer trimestre sorprendió favorablemente y las ventas minoristas de febrero en Italia continuaron los buenos resultados de enero. Pero la inestabilidad política en estos países podría truncar esta tendencia. Como muestra, la confianza de los consumidores italianos cayó en abril, tras mejorar en el primer trimestre.

En este contexto, no cabe esperar una reactivación de la demanda de consumo a corto plazo. No obstante, de confirmarse la progresiva recuperación de la actividad a lo largo del año, debería producirse una reactivación del consumo durante el segundo semestre.

Nuevos indicios de moderada recuperación internacional

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En Estados Unidos los pedidos de bienes duraderos han sido en marzo peor de lo previsto: cayeron un 10,6% (12,9% en el cuarto trimestre de 2001) y se han revisado a la baja los datos de enero y febrero. Cualitativamente, el panorama en la industria no ha cambiado en el sentido de que los pedidos siguen mostrando señales de recuperación. No obstante, los nuevos datos sugieren una recuperación algo más lenta.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Los datos recientes de balanza comercial para la zona euro muestran que el comercio internacional aún no ha empezado a recuperarse: en febrero, las importaciones y exportaciones acentuaron su desaceleración en Italia y Francia. Pero el flujo móvil anual del saldo comercial está resultando favorecido por un mayor ritmo de caída en las importaciones que en las exportaciones: en ambos países, dicho flujo mostró el valor más alto desde el primer semestre de 2000.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En España, el déficit comercial en enero superó lo esperado, el superávit de turismo fue bastante inferior al previsto y la matriculación de turismos en marzo resultó peor de lo previsto. Tras el repunte de finales de 2001, motivado en gran parte por la incorporación del euro, la tendencia vuelve a ser decreciente. En Italia, la facturación y los pedidos industriales de febrero refuerzan los indicios de recuperación: siguen cayendo en tasa interanual, pero a tasas más bajas y tanto en los de origen nacional como extranjero.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La producción industrial argentina no muestra señales de que la difícil situación actual pueda mejorar a corto plazo. Tras el dato de marzo (peor del previsto), el primer trimestre se cerró con un descenso del 19,6% (-13,6% en el cuarto trimestre de 2001). Los indicadores de consumo de febrero, ventas y confianza de los consumidores muestran una leve mejora. Pero las dificultades para lograr el apoyo del FMI y la impopularidad de las medidas para evitar el desmantelamiento de los depósitos hacen prever que la situación se deteriorará en los próximos meses.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En Brasil, el sector exterior continuó en marzo el buen comportamiento mostrado desde mediados del año pasado, gracias a que la contracción de las importaciones supera con amplitud la de las exportaciones. En México, el IPC en marzo fue inferior a nuestra previsión, facilitando una relajación monetaria.

Es pronto para concluir que hay un retraso en el crecimiento alemán

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El IFO alemán retrocedió en abril, al contrario de lo que se esperaba. Pero, analizando los componentes del índice, observamos que sólo han empeorado las expectativas de negocio. Sin embargo, la valoración de la situación económica actual es similar a la de marzo. Además, la partida que más empeoró en abril fue la que mejor evolucionó en meses anteriores, por ello no interpretamos de momento este mal dato como síntoma indiscutible de falta de recuperación. Deberíamos esperar el dato de mayo para confirmar un posible retraso en la recuperación. Al analizar el IPI (índice de producción industrial), vemos que el peor comportamiento lo tienen los bienes de consumo duradero y de equipo. Sin embargo, la producción de bienes intermedios y de consumo no duradero compensan dichas caídas, haciendo que, dentro de su perfil decreciente, el IPI en su conjunto muestre cierta estabilidad. Otro dato positivo es la evolución de los pedidos industriales exteriores: su evolución sorprendió positivamente en febrero, contrapesando el débil comportamiento de los pedidos internos.

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