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Crisis

Los directivos de AOL discrepan sobre cómo perfilar el futuro de la empresa

Pocas empresas explican el exceso al que llegó la burbuja tecnológica y de empresas de Internet como AOL Time Warner. En enero de 2000, la empresa de Internet America Online (AOL) anunciaba la compra de Time Warner, una transacción valorada en 165 millones de dólares (183,15 millones de euros). Dos años más tarde cuesta saber cuál es el futuro de AOL, aquel pez pequeño que de repente se hizo grande y se comió la matriz de la CNN.

Los resultados trimestrales iban a ser tan llamativos que, con tiempo, la empresa fue haciendo a la idea a los inversores. AOL Time Warner ha protagonizado la mayor fusión de la historia pero también ha hecho la mayor provisión en sus resultados, 54.200 millones de dólares (60.162 millones de euros), que ha provocado las mayores pérdidas trimestrales de una empresa. Esta anotación contable refleja la pérdida de valor de los activos tras la fusión y la explosión de la burbuja tecnológica. Este año las acciones han perdido un 40% de su valor. '¿Cuál es el sentido de una fusión así?', se preguntan algunos analistas.

Los resultados muestran que los negocios tradicionales, los de la vieja economía, evolucionan. Los éxitos de El Señor de los Anillos y Harry Potter han mejorado los resultados de la división de cine y el negocio de la música ha conseguido avances en los ingresos y beneficios.

Pero la joya de la corona, la filial de Internet, no brilla. La caída de la publicidad y la madurez de su mercado de suscripciones han llevado a los responsables a cuestionarse qué hacer con AOL, mientras su Ebitda cae un 14,6% en el trimestre. Además, la empresa no deja de tener problemas en Suramérica, donde controla AOL Latin America en un acuerdo que le une con el grupo venezolano Cisneros y el Banco brasileño Itau. AOL no crece en los mercados en los que está: Argentina, Brasil, México y Puerto Rico, donde nunca ha sido rentable y se ha cancelado el objetivo de expandirse a Venezuela o Chile. Proyectos fuera de EE UU, como el PC tonto en España, no cuajan.

El problema es que desde la cúpula no hay acuerdo en las respuestas. A partir del 16 de mayo será consejero delegado de AOL Time Warner, Richard Parsons, en sustitución de Gerald Levin, y su misión será conciliar las visiones del presidente Steve Case y el director general Bob Pittman.

La creencia de Case

Case, fundador de AOL, aún sigue creyendo en el desarrollo de la comunicación interactiva que puede dar lugar a la vida digital. Pittman, sin embargo, cree que Internet es un medio publicitario en el que se pueden explotar aún negocios en los que no se ha tocado techo antes de explorar otros que exijan mayor esfuerzo. La indefinición pone nerviosos a los inversores que piden más dirección. La idea recientemente apuntada por varios medios de deshacer la fusión puede no ser una locura.

La reciente salida de Barry Schuller, un directivo que comparte la visión de Case, confirma que se imponen las ideas de Pittman. Su prioridad es volver a coger el pulso al mercado publicitario y todo indica que este esfuerzo retrasará la puesta en marcha de servicios rápidos o el cierre de acuerdos con operadores de cable para ofrecer servicios a través de banda ancha. Por ahora esta actividad no despega. De los 33,5 millones de abonados de AOL, sólo algo más del 1,5% utiliza la banda ancha.

AOL tiene muchas asignaturas pendientes. Una de ellas es desarrollar las sinergias de nueva y vieja economía prometidas tras la unión y la segunda es cerrar el acuerdo con una operadora de cable y resolver su conflicto con la división de cable de AT&T, a la que tiene que comprar su 25,5% en Time Warner Entertainment forzada por la venta de esta empresa a Comcast. Es una obligación (valorada en algo más de 10.000 millones de euros) aunque no lo necesita al controlar ya la empresa.

Una opción en la Bolsa para la división de cable

 

 

 

 

Algunas empresas han decidido sacar rendimiento de la divisiones de las compañías por separado con la teoría de que las partes valen más que su suma. Poco después de la salida de los resultados de AOL Time Warner, los analistas que multiplicaban sus apariciones por las televisiones financieras para explicar las confusas cifras aseguraban que no creían que en el caso de AOL se tomara esta decisión de fragmentar la empresa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Puede que estén equivocados. Ayer el diario The Wall Streer Journal aseguraba que un porcentaje minoritario de la división de cable de AOL Time Warner puede ser finalmente objeto de una oferta pública de venta (OPV). Esta operación daría lugar a la creación de una empresa con una valoración de 49.950 millones de euros.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Con esta salida a Bolsa, la empresa trataría de resolver su disputa sobre Time Warner Entertainment, empresa que posee el estudio de la Warner Brothers, la cadena HBO y la mayoría de Time Warner Cable. AT&T tiene el 25,5% de esta empresa, el resto es propiedad de AOL Time Warner. La venta de la división de cable de AT&T a Comcast obliga a poner orden en esta participación pero el precio es muy alto y la OPV permitiría pagar a la operadora telefónica sin tener que hacer desembolsos. Además, la venta permitiría a la empresa hacer caja para fortalecer su posición en el negocio del cable. De momento son planes no oficiales.

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