El efecto de la crisis argentina en Repsol se ha reducido en el primer trimestre
La debacle argentina, con su efecto en los resultados y en el futuro de Repsol YPF, fue el tema central de la junta de accionistas de la petrolera celebrada ayer. El presidente del grupo hispano-argentino, Alfonso Cortina, manifestó que el impacto de la crisis del país andino en la compañía 'se ha ido atenuando a lo largo del primer trimestre de este ejercicio'. 'Progresivamente y de una forma prudente estamos mejorando los márgenes internos, a lo que se añade la evolución favorable de los precios del crudo', agregó.
Cortina subrayó que la presencia de Repsol YPF en Argentina tiene un valor incuestionable y estratégico por las importantes reservas de gas y petróleo que allí controla, así como por sus complejos petroquímicos. Y resaltó que, pese a las actuales circunstancias adversas, se mantiene 'la vocación de permanencia'.
No obstante, no se sustrajo de hacer un repaso del efecto tango en los resultados de Repsol YPF en el pasado ejercicio, que ha obligado a unos saneamientos y provisiones por 1.450 millones y 1.288 millones de euros, respectivamente. Estos aspectos y otras circunstancias negativas, como la caída del precio del crudo, redujeron el beneficio de la empresa en un 57,8% en el pasado año y empujó al consejo a anular el pago del dividendo complementario. Cortina manifestó su confianza en que el Gobierno de Duhalde ponga en marcha las reformas que permitan un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y que se traducirá, a su juicio, en la recuperación económica del país antes de lo previsto.
Posteriormente a su discurso inicial, y en respuesta a los accionistas, se vio obligado a defender la cuestionada compra de YPF. Sin la adquisición de la empresa argentina, señaló, Repsol se habría tenido que resignar a ser una empresa con un crecimiento orgánico y una proyección limitada. La operación ha supuesto que los recursos generados por el grupo se hayan multiplicado por cuatro desde sus adquisición hasta alcanzar los 5.729 millones de euros del pasado ejercicio. 'Y una empresa que genera esa cifra no está en la ruina', subrayó.
El presidente de Repsol se enfrentó ayer a una junta en la que quedó patente las divergencias de parte de los accionistas minoritarios con la gestión. Además de solicitar el cese de Cortina y del consejo en bloque, tema que fue sometido a votación y rechazado, se criticó el plan de incentivos que después fue aprobado para el equipo directivo. La junta autorizó un sistema retributivo para directivos, valorado por 162,8 millones de euros, consistente en opciones sobre obligaciones convertibles en acciones. El consejo no tuvo problemas para sacar adelante los puntos del orden del día, ya que controlaba más del 95% del capital presente y representado en la junta. La junta ratificó el nombramiento como consejero y vicepresidente, en sustitución de Emilio Ybarra, de José Ignacio Goirigolzarri en representación del BBVA. Cortina, por otro lado, eludió pronunciarse sobre el posible efecto de la crisis del BBVA, segundo accionista de la petrolera, sobre Repsol YPF.
Nueva estructura para potenciar el gas
Repsol YPF pondrá en marcha cambios organizativos que tendrán como meta la potenciación de los recursos del negocio del gas y electricidad. Estas áreas van a ser la base del crecimiento del grupo en los próximos años, tanto en España como en América Latina. Otro de los objetivos futuros es alcanzar en el año 2005 una producción de hidrocarburos de 1,35 millones de barriles por día. Por otro lado, en 2003 la compañía hará efectiva la opción de compra de un 20% de las reservas suscritas en Trinidad y Tobago. Con la descripción de esos y otros propósitos, Cortina se refirió a los planes de futuro, que también incluyen su participación en dos grandes proyectos con base en Bolivia: Andina y Pacific LNG. No obstante, para este año ratificó el plan de reducción de las inversiones y control de costes. La vuelta a un pay-out próximo al 50% queda supeditada a la superación de la crisis que atraviesa la empresa por el impacto de Argentina. Para este ejercicio está previsto la venta de un 18% de CLH y de un 65% de Enagas, con la que se prevé superar los 2.500 millones de euros, entre el precio de venta y el efecto de la desconsolidación de la deuda.