Powell abandona Oriente Próximo sin haber logrado un alto el fuego
Si EE UU pretendía alcanzar algún acuerdo en Oriente Próximo, la misión de su secretario de Estado, Colin Powell, ha concluido con un fracaso total. El rechazo de Ariel Sharon a retirar sus tropas de los territorios ocupados ha hecho imposible cualquier compromiso por parte del líder palestino, Yasir Arafat, para firmar un alto el fuego. Amnistía Internacional exige que se permita la ayuda humanitaria para la devastada Yenín.
El presidente George Bush dijo ayer que Powell 'hizo progresos hacia la paz'. El secretario de Estado, que no pudo reunirse con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, luego de que éste cancelara sin explicaciones la audiencia, no fue tan terminante en el juicio sobre su misión. Se limitó a señalar que el primer ministro israelí le había asegurado que se retirará 'en los próximos días o en una semana'. Un compromiso por lo menos indefinido.
Su reunión con Arafat, en la tarde de ayer, constituyó un estridente fracaso. Los colaboradores del líder palestino en cautiverio calificaron de 'desastre' el encuentro. Al finalizar la reunión, Arafat criticó a la comunidad internacional y pidió al mundo que se movilice para frenar la escalada israelí. 'No hay retirada, están volviendo a ocupar los pueblos y campos de refugiados', se quejó el presidente palestino al referirse al Ejército israelí.
Preparados para lo peor, los habitantes de la Franja de Gaza hacen acopio de alimentos y se organizan para enfrentar cualquier intento de ocupación israelí de su territorio autónomo. Ayer, cientos de palestinos de esa zona se manifestaron por las calles de la capital exigiendo la liberación del líder de las milicias Tanzim, Maruan Barguti, detenido el lunes por fuerzas militares de Jerusalén. El ministro palestino para Asuntos de los Prisioneros en cárceles de Israel, Hisham Abdel-Razek, dijo que al menos 6.000 ciudadanos de su país sin Estado habían sido detenidos por los israelíes durante la incursión militar iniciada el 29 de marzo pasado.
Antes de viajar de regreso a Washington, Powell dijo que la solución al conflicto deberá ser 'global'. Pero Sharon ha dicho que no admitirá que haya una conferencia internacional en la que estén presentes la Unión Europea, la ONU, Rusia y Arafat. Mientras sigue la presión estadounidense sobre Arafat para que acepte los términos impuestos por Sharon, Powell ha seguido reconociendo el derecho israelí a su defensa, pero sin condenar la masacre cometida por su ejército en el campo de Yenín. Amnistía Internacional ha pedido el acceso de ayuda humanitaria a Yenín, algo a lo que Israel se ha venido negando toda esta semana.