Köhler advierte del déficit aunque es optimista respecto a la recuperación de EE UU
"La recuperación está ya en marcha en Estados Unidos y está comenzando a tener un impacto positivo en las economías de otras regiones", dijo hoy Köhler en un almuerzo en el Club Nacional de la Prensa de Washington. El director del Fondo Monetario Internacional señaló que, en estos momentos, "está claro que el 11 de septiembre no frenó la economía mundial durante un largo tiempo".
Dijo que ello se debió, en primer lugar, al "liderazgo de Estados Unidos con sus decisiones valientes" de aprobar una reducción de impuestos y continuar rebajando los tipos de interés. Köhler señaló que aún hay ciertas dudas acerca de la fortaleza y duración de esta recuperación estadounidense, y que se originan en la incertidumbre sobre los beneficios empresariales -con su consiguiente influencia en las inversiones -, la volatilidad de los precios del petróleo y la incertidumbre política internacional, sobre todo en Oriente Medio.
En concreto, Köhler previno a Estados Unidos para que "preste una atención especial" y evite tener un déficit fiscal a la vez que su considerable déficit comercial. EEUU volverá a registrar en el año fiscal 2002, que concluye el 30 de septiembre, un déficit fiscal, tras varios años de superávit de las cuentas públicas, y las expectativas de la Casa Blanca son que no habrá un equilibrio presupuestario hasta el año fiscal 2005. "Esto requiere un firme control sobre el gasto público y la definición de una estrategia a largo plazo para aumentar el ahorro nacional", afirmó Köhler. En general, señaló que "la economía mundial y el sistema financiero internacional han demostrado una destacable resistencia durante el 2001".
El director gerente del FMI recalcó que Europa "ha sido un factor estabilizador durante la reciente desaceleración" económica, si bien pidió "más ambición" para avanzar hacia un crecimiento más intenso a través de un aumento de la demanda. También insistió en que hay "suficientes pruebas" de que hay que acelerar la reforma laboral y de los sistemas de Seguridad Social.
En cuanto a Japón, reconoció que la recesión que sufre ese país "sigue siendo un lastre para el crecimiento mundial, sobre todo en Asia", y dijo que parece que la crisis está tocando fondo. Aún así, dijo que Tokio debe emprender "medidas agresivas" para la eliminación de los créditos fallidos, reestructurar el sector bancario y desregular las industrias.
Köhler no dejó de señalar que la desaceleración del año 2001 confirmó en los mercados emergentes y países en desarrollo "una lección importante: las políticas acertadas compensan". Con ello se refirió a que las naciones que han aplicado nuevas medidas fiscales y monetarias, así como reformas estructurales, "han capeado mejor la tormenta y han demostrado que es posible evitar el contagio".