La UE estudia imponer sanciones contra EEUU por el conflicto del acero
La Unión Europea quiere tener abiertas todas las opciones posibles para responder a Estados Unidos por sus medidas proteccionistas sobre el mercado del acero, entre ellas la posibilidad de imponer sanciones comerciales -suspendiendo preferencias arancelarias- antes del verano.
Según explicó hoy el portavoz comunitario de Comercio, las normas de Organización Mundial de Comercio (OMC) permiten adoptar sanciones comerciales en un plazo de tres meses desde la entrada en vigor de las medidas consideradas ilegales, o bien esperar hasta que el panel de la OMC que estudia la legalidad de las medidas se pronuncie sobre ellas, lo que puede llevar al menos un año.
El portavoz precisó que el comisario europeo de Comercio, Pascal Lamy, quiere tener abiertas las dos vías. Si la UE opta por imponer sanciones rápidamente, tiene de plazo hasta el 18 de junio para comunicarlo a la OMC. Además, dado que las sanciones consistirían en fijar aranceles a una serie de productos, la decisión tiene que tomarla un Consejo de Ministros de la UE, a través de un "reglamento".
En todo caso, los Quince tienen de plazo hasta el 17 de mayo para presentar a la OMC una lista de las exportaciones estadounidenses hacia la UE a las que se dirigirían las sanciones. Por ello, el próximo viernes se celebrará en Bruselas una reunión "consultiva" de expertos comerciales de los países de la UE (el llamado Comité del artículo 133) para trabajar en ella.
No obstante, precisó el portavoz, la UE preferiría obtener de Estados Unidos compensaciones negociadas -facilidades de exportación en otros productos como compensación a las restricciones en el acero-, para lo que ya se ha iniciado un proceso de consultas que, si prospera, hará innecesario adoptar sanciones.
Estados Unidos aplica, desde el pasado 20 de marzo, aranceles de entre el 8 y el 30% a las importaciones de distintos productos de acero. La UE ha respondido con un mecanismo de salvaguarda, para evitar convertirse en el destino de los productos rechazados por Washington, una denuncia de la medida ante la OMC y negociaciones con Estados Unidos para pedir compensaciones.