Monti expedienta a KPN por los precios para llamadas de fijo a móvil
KPN ha sido la primera diana en la batalla de la Comisión Europea para reducir los precios de la telefonía móvil. Bruselas acusó ayer a la operadora holandesa de abusar de su posición de dominio como antiguo monopolio para aplicar tarifas de interconexión desproporcionadas en las llamadas desde un teléfono fijo a uno móvil. Se trata de una práctica habitual en toda la UE, advierte la Comisión, con precios 10 veces mayor que en una llamada de fijo a fijo.
El expediente a KPN confirma la inquietud en el departamento comunitario de Competencia sobre la situación de la telefonía móvil en Europa. El último informe de la Comisión sobre la evolución del sector (diciembre 2001) ya revelaba que las tarifa media de interconexión entre un teléfono fijo y un móvil alcanza 18,16 céntimos de euro por minuto. El mismo servicio entre dos fijos cuesta apenas 1,86 céntimos. Es decir, 10 veces menos, sin ninguna razón técnica que justifique la diferencia, según denuncia la Comisión.
La tarifa de interconexión grava la terminación de una llamada en un teléfono cuyo operador es diferente al de la terminal de origen. Se trata de un servicio cuyo precio al por mayor negocian habitualmente entre sí las operadoras y que escapa al control del usuario porque no aparece reflejado en la factura. Incluso la OCDE ha denunciado la paradoja de que una llamada de móvil a fijo en hora punta cueste más, sin razón aparente, que en el sentido inverso.
En el caso de Holanda, KPN no sólo aplica esas tarifas abusivas, según el expediente abierto por la Comisión, sino que además discrimina su oferta en favor de su subsidiaria de telefonía móvil, KPN Mobile. El departamento del comisario de Competencia, Mario Monti, ha tardado dos años en recabar las evidencias necesarias para iniciar el procedimiento de infracción.
La pista vino, precisamente, de MCI WorldCom, una operadora estadounidense que intentaba competir con KPN en Holanda. La denuncia, a finales de 1999, se dirigía también a los mercados de Alemania y Suecia. Las operadoras alemanas han reducido desde entonces un 50% sus tarifas de interconexión y en el país nórdico las autoridades nacionales estudian las acusaciones que pueden salpicar a Telia, el antiguo monopolio nacional.
Respuesta de la empresa
KPN acusó ayer a la Comisión de una interpretación sesgada de su estructura tarifaria que 'no toma en cuenta la complejidad de un servicio como la terminación de llamada'. La holandesa dispone de dos meses para aclararlo.
La operadora se siente objeto de un escarmiento de la CE cuyo objetivo es abrir el camino para una nueva definición sobre 'posición significativa de mercado' en el terreno de las interconexiones. Bruselas quiere que ese concepto se aplique de modo generalizado en la UE para que las autoridades nacionales puedan imponer a los operadores dominantes unas tarifas ajustadas a costes. En la mayoría de los países no se utiliza ese criterio actualmente.
La terminación de una llamada en un móvil en España costaba en agosto pasado 20,73 céntimos por minuto. Entre dos teléfonos fijos el precio era de sólo 1,50 céntimos. La situación es similar en toda Europa, según la Comisión, y constituye 'un obstáculo injustificado para los nuevos operadores y redunda en precios elevados para los consumidores'. El último informe de Bruselas apunta a Italia y a Portugal como los dos países donde las tarifas de terminación 'se encuentran todavía entre las más altas de la UE'.
La Comisión investiga también las tarifas, que sospecha abusivas, por el llamado servicio de itinerancia o utilización de una red de móvil distinta a la contratada. La factura de los consumidores en estos casos se dispara tan pronto como utilizan su teléfono móvil en el extranjero, aunque sea sólo para recibir llamadas. Monti espera abrir expedientes a uno o varios operadores antes del verano.