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Crisis

Los expertos creen que la recesión en EE UU puede haber terminado

El declive de la actividad de Estados Unidos estaría a punto de concluir, según los académicos de ese país especializados en el estudio de los ciclos económicos. El secretario del Tesoro, Paul O'Neill, duda incluso que haya habido recesión. Pero los datos distan de ser concluyentes.

La Oficina Nacional de Investigación Económica de Estados Unidos, considerada como la máxima autoridad académica del país en el estudio de coyuntura y ciclos, opinó ayer que la economía del país estaría por volver a despegar.

Si bien dejó en claro que todavía no puede declarar formalmente el fin de la recesión, la oficina dijo a través de su sitio en Internet que los indicadores muestran que la economía se está recuperando. Según esta organización, la recesión se había iniciado hace un año, en marzo de 2001.

'Las plantillas mejoraron ligeramente en febrero, el primer incremento en siete meses. Otras señales indican que el declive en la actividad, que comenzó el año pasado, puede haber llegado a su fin', dijo la Oficina Nacional. El organismo, conformado por seis economistas, anunció que se pronunciará más adelante con respecto al momento en que la economía tocó fondo y comenzó a recuperarse.

La prudencia de los sabios se explica en función de que necesitan más datos para descartar la posibilidad de que vuelva a repetirse una contracción en la actividad económica. En este mismo sentido, el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, dijo ayer que la actividad está mejorando y resaltó la necesidad de poner un mayor énfasis en el ahorro para asegurar la recuperación.

'Hay crecientes señales de que algunas de las fuerzas que han presionado a la economía a lo largo del año pasado están comenzando a remitir y de que la actividad empieza a fortalecerse', dijo Greenspan.

En general, se acepta por parte de muchos economistas que una economía entra en recesión cuando el PIB cae durante dos trimestres consecutivos. Pero la Oficina Nacional, basada en estudios más profundos, emplea un método más riguroso y evita la sola medición del PIB, ya que éste es medido por trimestres en lugar de mes a mes. Además, es revisado al alza o a la baja con mucha frecuencia.

El grupo de expertos, en cambio, toma en cuenta para sus análisis a cuatro factores clave: las tendencias de las plantillas, el ingreso real, la producción industrial y las ventas mayoristas y minoristas. Teniendo en cuenta estos elementos, algunos analistas privados creen que no sería posible declarar el fin de la recesión antes de que el empleo comience a crecer, ya que el año pasado se perdieron 1,4 millones de puestos de trabajo.

Sin embargo, el modesto aumento del mes pasado, de 66.000 nuevos empleos, hizo reducir la tasa de paro del 5,5% al 5,3%. Este elemento habría impulsado a la oficina a pensar en el próximo fin de la recesión.

Más optimista, O'Neill cuestionaba días atrás incluso la posibilidad de que hubiera existido recesión. 'Parece haber quedado muy en claro que nuestra economía pudo no haber sufrido una recesión', afirmó. Pero reconoció que los ataques terroristas del 11-S golpearon los negocios.

Ventas minoristas

Reforzando las expectativas de la oficina y del Gobierno, las ventas minoristas aumentaron en febrero, aunque por debajo de las previsiones del mercado. A tasa desestacionalizada, el incremento fue del 0,3%, frente a un anticipo del 0,9%, de acuerdo con un sondeo empresarial realizado por Reuters entre economistas estadounidenses.

'Hay una especie de visión mixta de la economía. [Los datos] muestran que el gasto del consumidor de EE UU está aumentando con cierta energía este trimestre', dijo un analista.

Los aranceles al acero no frenarán la recuperación

 

 

Las últimas medidas proteccionistas adoptadas por el Gobierno de EE UU no constituyen una amenaza para la recuperación mundial, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El director de Relaciones Externas del Fondo, Thomas Dawson, consideró ayer, como 'poco probable', que la subida de aranceles para el acero importado, dispuesta por el presidente George Bush a principios de este mes, vaya a perjudicar el proceso de reactivación incipiente de la economía de los países desarrollados. Sin embargo, Dawson se cuidó bien de recordar que el organismo crediticio está 'firmemente a favor de la liberalización del comercio'.

 

 

 

 

 

 

 

También destacó que el proteccionismo que desarrollan otros países, a los que no identificó, sí es una 'amenaza' para los países en vías de desarrollo.

 

 

 

 

 

 

 

De esta manera, el FMI ha mostrado una moderada aquiescencia con la decisión estadounidense, sin dejar por ello de condenar el proteccionismo en general. La semana pasada, Bush anunció que impondría derechos aduaneros del 30% sobre la mayoría de las importaciones de acero que realiza EE UU, generando así una ola de protestas en todo el mundo. Tanto los países europeos como algunos latinoamericanos, China y Rusia levantaron sus voces para condenar esa decisión y pedir a la Organización Mundial de Comercio que intervenga en el diferendo creado. Como respuesta, Washington ha deslizado que podría ampliar esos aranceles a otros productos.

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