Andersen estudia no declararse culpable en el caso Enron mientras busca comprador
Arthur Andersen intenta ganar tiempo mientras busca comprador. Conscientes de que declararse culpables de alguna acción ilegal les costaría la licencia para operar en EEUU, los responsables de Andersen estudian no declararse culpables en el caso Enron.
Con este movimiento, Andersen pretende ganar tiempo para poder seguir funcionando y conseguir un plazo mayor para negociar con otras firmas su posible venta, según informaron hoy miércoles fuentes empresariales y medios de prensa locales.
La auditora, que ha reconocido que destruyó documentos contables relacionados con Enron considerados claves por los investigadores, tiene de plazo hasta mañana para declararse culpable, lo que, de ser así, podría acarrear la pérdida de su licencia para operar en los Estados Unidos. Por esa razón, los responsables de Arthur Andersen estudian no declararse culpable de acción ilegal alguna, pues supondría tanto como un suicidio empresarial.
En una investigación interna, Arthur Andersen ha acusado a sus empleados de la oficina de Houston de haber destruido los documentos, pero no ha implicado a los altos ejecutivos de la firma, de los que dijo no tuvieron conocimiento de lo ocurrido. Sin embargo, los fiscales federales que investigan el caso no creen esa versión y parecen dispuestos a responsabilizar a la compañía por no haber puesto los medios necesarios para evitar la destrucción de los documentos.
En una acción poco habitual Arthur Andersen preguntó al Departamento de Justicia para saber si tenía que esperar ser inculpada en el caso Enron, con lo que pretendía llegar a un acuerdo para resolver todos sus problemas legales. Pero esa estrategia no dio sus frutos deseados porque los fiscales federales le dieron de plazo hasta mañana para declararse culpable o de lo contrario ellos podrían incriminar a la compañía.
Al mismo tiempo que los responsables de Arthur Andersen sopesan la decisión que han de tomar, también han entrado en negociaciones con las otras grandes firmas auditoras en un intento de salvarse de su apurada situación económica, que sufre de una importante fuga de clientes.
Después de conocerse ayer que las negociaciones con Deloitte Touche Tohmatsu no iban por buen camino, hoy se ha informado que Andersen mantiene contactos con KPMG y Ernst & Young. Pero estas también parecen difíciles, especialmente por el miedo a las indemnizaciones y multas a las que tendrá que hacer frente Arthur Andersen y, por tanto, también la compañía que se fusione con ella.
Ernst & Young abandona las conversaciones
Arthur Andersen no tiene suerte con los compradores. Ernst & Young ha anunciado hoy miércoles que se retira de las conversaciones que mantenía con la firma editora, la cual se encuentra en una situación cada vez más precaria tras el escándalo por la quiebra de Enron.
Arthur Andersen se queda prácticamente sin comprador tras haber entablado conversaciones con las otras grandes empresas mundiales de auditoría, PriceswaterhouseCoopers, Deloitte Touche Tohmatsu, KPGM y Ernst & Young.