KPMG también abre negociaciones para la posible compra de Andersen
Las negociaciones que Andersen mantiene con su competidora Deloitte & Touche para su venta están resultando muy difíciles. Ante la posibilidad de que esta operación, que debe realizarse contrarreloj, no cuaje, se han reactivado las conversaciones con las consultoras KPMG y Ernst & Young. Sin embargo, ayer mismo esta última auditora se descolgó de la mesa de negociación 'hasta que las cuestiones legales a las que hace frente Andersen se resuelvan'.
El presidente de la auditora Deloitte & Touche, James Copeland, fue muy cauto ayer cuando el editor del programa MoneyLine de la CNN, Lou Dobbs, le preguntó sobre el futuro de las negociaciones con Andersen. 'Hemos tenido algunas conversaciones sobre cómo podemos ayudar, pero no hemos llegado a ninguna conclusión aún. No sé si la compañía puede sobrevivir o no, aunque creo que es importante que lo haga. Si eso es imposible, estoy a favor de un proceso de concentración en este sector'.
Andersen, de hecho, se ha acercado al resto de las empresas del sector para buscar una solución. La deserción de Ernst & Young, oficializada a última hora de ayer, fue acogida como un serio revés para la firma que preside Joseph Berardino. El comunicado de esta auditora señala que 'llegar a una combinación con Andersen no es lo mejor para los intereses de nuestra gente y nuestros clientes'.
Y es que éste es el principal problema que plantea la absorción de las actividades de Andersen por parte de las otras auditoras, ya que no se quieren asumir las responsabilidades legales derivadas del caso Enron. Para proteger a las compradoras, se ha barajado la posibilidad de que Andersen se acoja a la Ley de Quiebras y bajo la tutela judicial proceder a un desmembramiento y venta ordenada de la auditora.
Actualmente, lo que más pesa en contra de Andersen es la posible acusación penal que hoy puede anunciar el Departamento de Justicia por obstrucción a la acción de ésta. Desde este departamento se quiere llevar ante los tribunales penales a Andersen por la destrucción de documentos relacionados con la empresa energética de Tejas. Se espera una decisión hoy mientras que ayer se apuraban unas negociaciones con los representantes legales de la firma para tratar de evitar este contencioso.
En el departamento de Estado se quiere que Andersen firme una declaración de culpabilidad por esta acción, mientras que la firma sólo acepta que se cometieron infracciones en la oficina de Houston (Tejas) y no en toda la división de EE UU. Bajo las normas de los Estados Unidos, la Comisión de Cambio y Bolsa prohíbe operar a una empresa que ha sido declarada culpable de un crimen o de irregularidades contables.
A la espera de una decisión sobre este conflicto, ayer los senadores demócratas presentaron una propuesta para regular el gobierno de las empresas en la línea de la presentada la semana pasada por el presidente George Bush. Para no caer en las críticas sobre la falta de profundidad que se le hicieron a Bush, los demócratas plantean que el culpable de delitos en la gestión de una empresa cumpla una condena de 10 años de cárcel y que quien destruya evidencias de ello se pase cinco años en prisión.