El BIS anuncia ya una tercera versión del acuerdo de Basilea
El director general del Banco de Pagos Internacionales, el escocés Andrew Crockett, señala en una entrevista que hoy publica un medio especializado que Basilea II nace anticuado, y anuncia una revisión del acuerdo.
El acuerdo de Basilea II sobre control del riesgo crediticio en el sector bancario puede ser actualizado incluso antes de que entre en vigor. El director general del Banco de Pagos Internacionales (BIS en sus siglas en inglés), el escocés Andrew Crockett, considera que 'la regulación financiera y la búsqueda de normas internacionales es un proceso continuo. No acaba para siempre con Basilea II'.
En una larga entrevista que publica hoy la revista especializada The Financial Regulator, Crockett anuncia que la institución que dirige 'buscará una supervisión global'. 'Pondremos más énfasis en conseguir la publicación de mejor información y mejores instrumentos para que el mercado discipline las instituciones', declara el mismo día que el BIS publica su informe trimestral, marcado por la quiebra de Enron.
El director general advierte, sin embargo, contra cualquier tentación del poder político de interferir en ese proceso de reforma continuo. 'Sería muy difícil si se convirtiera en una negociación política', declara. 'Los políticos, legítimamente, tienen unas preocupaciones más amplias que la gestión del riesgo. Les interesa promover diferentes sectores de la economía y proteger su sector financiero nacional'.
Las palabras de Crockett parecen responder a las críticas que ha recibido el acuerdo de Basilea II, al que se culpa de penalizar a las pequeñas y medianas empresas dificultando su acceso a la financiación bancaria.
Basilea II conduciría, según los críticos, a que los créditos a esas compañías acarreen una valoración de riesgo intolerable para muchos casos.
Medios políticos también acusan al nuevo acuerdo, que debe sustituir al de 1998 (Basilea I), de acentuar el declive económico en momentos de ralentización. 'No pienso que los reguladores puedan simplemente dejar a un lado la integridad del sistema financiero porque los Gobiernos quieran que hagan esto o lo otro en favor de la gestión económica', contraataca el director del BIS.
De todos modos, defiende que 'quienes tienen responsabilidades macroeconómicas hayan llamado la atención a los reguladores [sobre los riesgos prociclícos]'.
Inquietud ante las prácticas contables
El informe trimestral del BIS, correspondiente al mes de marzo, que también se publica hoy, constata que los mercados han arrancado en 2002 con un periodo marcado por la inquietud ante las prácticas contables y la falta de trasparencia. Crockett reconoce que la banca utiliza muchos de los instrumentos financieros más complejos que figuraban en el arsenal de Enron, cuyo escándalo ha puesto de manifiesto 'que es mucho más difícil desde fuera entender lo que está pasando en una empresa'. Tanto para los reguladores como para los auditores tercia Crockett en favor de la profesión más vilipendiada en las últimas semanas. 'No tenemos todavía una idea clara de cómo deben trabajar los contables con esos instrumentos [financieros]'.
Crockett, que es miembro del Comité Internacional de Normas Contables (IASC, en su acrónimo en inglés), indica que el control de riesgo deberá poner menos énfasis en el futuro en el análisis detallado de una cartera de inversión a través de fórmulas detalladas. Las normas europeas IASC favorecen una valoración más global del riesgo, a diferencia de las minuciosas normas estadounidenses (las US GAAP).