El prepago, móvil de la batalla en Latinoamérica
El jugoso mercado celular latinoamericano ha levantado una dura pugna por millones de clientes. Pero para competir en la región hace falta tamaño y capacidad de gestión de sistemas con tarjeta
América Latina es desde finales de los noventa un campo de batalla gigante por sus explosivos mercados de telefonía móvil que exige dos características: capacidad de gestión de un gran número de usuarios de prepago o tarjeta -los que menos tiempo hablan- y tamaño para hacer frente a las fuertes necesidades de capital.
Las peculiaridades geográficas y de desarrollo económico limitaron históricamente la implantación de la telefonía fija y convirtieron la telefonía móvil en una alternativa para muchas familias. En México, un territorio cruzado por sierras, desiertos y selvas, hay 13 millones de líneas de telefonía fija para 100 millones de habitantes. Hoy hay ya 20 millones de móviles. En Brasil, el mercado principal del continente, la penetración es semejante, pero se estima que su potencial es del 36% para 2005, en un país cuya base de población no deja de crecer.
En el negocio inalámbrico lo importante es la escala, y quienes tienen el mando en casa, al final, han sido los que han podido mantener sus inversiones en Latinoamérica, pese a los sustos en Argentina y Brasil, o en los mercados.
El pelotón regional de cabeza lo forman la española Telefónica Móviles, con 11 millones de clientes en ocho países del continente -incluido el millón de la recién comprada mexicana Pegaso-; la estadounidense Bellsouth, con 7,4 millones de teléfonos; la mexicana América Móvil, gestora de 26 millones de suscriptores en todo el continente -17 de ellos de Telcel, su marca en su mercado natal, México-, y Telecom Italia Móvil (TIM), con cinco millones en cinco países.
Los cuatro están presentes en Brasil, primer mercado de la región -del que se espera que duplique en tres años su actual base de 30 millones de usuarios-, pero llevan su rivalidad hasta el último rincón. Telefónica, Bellsouth y América Móvil están en Guatemala, un mercado que aún no suma el millón de líneas móviles. ¿Tiene sentido? La penetración del móvil del país centroamericano es del 4%. Hay sitio para todos.
Desde el comienzo, las inversiones, inicialmente tímidas, han buscado el largo plazo, en espera de beneficiarse del crecimiento de usuarios consecuencia del abaratamiento de la tecnología móvil y la llegada a la edad adulta de los nacidos en el boom demográfico de los setenta.
Un ejemplo: en 2001 la base de suscriptores en Ecuador tanto de América Móvil como de Bellsouth creció un 50%. Una subida inimaginable en Europa o Estados Unidos.
Pero en un continente donde el rey es el sistema de tarjeta o prepago, preferido por 9 de cada 10 usuarios de móvil debido a la precariedad laboral en la región, el vértigo no siempre se correspondió con los resultados. El prepago exige un riguroso control de costes debido a sus márgenes de beneficio más estrechos. Quienes no supieron guardar el equilibrio cambiaron de manos el año pasado.
No fueron éstos los únicos perdedores. Quienes quisieron calcar el modelo de EE UU y buscaron sólo los jugosos mercados de contrato, se han visto rebasados por la pujanza de los amos del prepago. Es el caso de la mexicana Iusacell, propiedad de la británica Vodafone y la estadounidense Verizon, que con crecimientos del 30% en ese segmento de lujo en los últimos años se vio desbordada por el poder de Telcel y ha sido desbancada por Telefónica del segundo lugar tras la adquisición de Pegaso.
El número uno mexicano
Pero en México hay un número uno indiscutible. América Móvil, con un año de existencia en el mercado en la que el magnate mexicano Carlos Slim reunió a finales de 2000 las inversiones internacionales de Teléfonos de México (Telmex) y su subsidiaria móvil Telcel. No sólo controla el 80% del mercado con sus 17 millones de usuarios. Tiene una capacidad de generar efectivo que ha sorprendido a los mercados en un año de contracción económica. 'Como Telefónica Móviles y Telecom Italia, es dominante en su mercado local y puede alcanzar los mismos márgenes de Ebitda', apunta Whitney Johnson, analista de telecomunicaciones para América Latina de Merrill Lynch.
El mercado estima en 2.500 millones de dólares las inversiones que Telefónica tendrá que hacer en México para poder hacerle frente en casa. 'Es bueno que compren Pegaso, que haya competencia', dice Carlos García Moreno, director financiero de América Móvil, 'la competencia es buena, promueve el producto y nosotros nos beneficiamos por ser la marca líder'.
La rivalidad va más allá: para un mercado de 13.000 millones de dólares -la mitad del de Telefónica Móviles-, su deuda es de 1.700 millones de dólares, muy inferior a la de Telefónica Móviles o Telecom Italia, comprometidos en las licencias de tercera generación europeas. Esto le da una capacidad de endeudamiento estimada en 3.000 millones de dólares, con la que aspira a incrementar su presencia en Brasil y en mercados del continente con baja presencia.