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Oriente Próximo

Sharon afirma que hay que 'golpear a los palestinos' antes de negociar

El primer ministro israelí, Ariel Sharon, justificó ayer las operaciones militares contra los palestinos afirmando que éstos 'deben ser golpeados duramente' antes de sentarse a negociar con ellos. El ejército irrumpió ayer en varios territorios palestinos causando 21 muertos. Entre ellos, la mujer y tres hijos de un activista de Hamas, a los que Tel Aviv reconoció que mató por error.

Sharon expresó ayer su convicción de que la Autoridad Nacional Palestina (ANP), liderada por Yasir Arafat, es una 'coalición terrorista' que debe ser doblegada. 'Los palestinos deben recibir duros golpes para sacarles de la cabeza que pueden obligar a Israel a negociar por medio de la violencia', manifestó el mandatario hebreo en declaraciones al diario Lediot Ajronot.

El dirigente israelí también desmintió las informaciones en las que se decía que había rechazado la iniciativa de paz del príncipe heredero de Arabia Saudí, Abdalá Ben Abdelaziz. Esta propuesta se basa en la normalización de las relaciones con los Estados árabes, si Israel se retira de los territorios conquistados en la Guerra de los Seis Días (1967). La propuesta también está condicionada a la libertad de movimientos de Arafat, confinado en sus oficinas de Ramala desde mediados de enero, algo que Sharon no está dispuesto a permitir.

La propuesta saudí, apuntada hace dos semanas en una entrevista realizada por el New York Times a Abdalá, había despertado el entusiasmo de la comunidad internacional. Pero el ciclo imparable de ataques de integristas islámicos y represalias cada vez más contundentes de Israel hacen improbable que la propuesta prospere. Libia y Siria, además, tampoco han respaldado el plan.

Iniciativas diplomáticas

Aun así, las iniciativas diplomáticas no cesan. El presidente egipcio, Hosni Mubarak, propuso ayer un encuentro entre Sharon y Arafat en Sharm el-Sheikh, localidad que ya ha albergado conversaciones de paz entre Israel y Palestina. El secretario general de la ONU, Kofi Annan, aseguró ayer que el plan saudí 'contiene ideas muy útiles para la paz' en Oriente Próximo.

Desde Hungría, el presidente de turno de la UE, el mandatario español José María Aznar, apeló a las dos partes para que expresen 'claramente' su voluntad política de terminar con una situación que no dudó en calificar 'lisa y llanamente' de 'guerra'. Aznar también pidió a israelíes y palestinos que no desdeñasen la propuesta del príncipe Abdalá.

Pero los esfuerzos diplomáticos no encuentran eco en el territorio en conflicto. El fin de semana fue especialmente sangriento en Israel, los atentados suicidas de fanáticos islámicos se cobraron la vida de más de 20 israelíes. El Gobierno de Tel Aviv respondió ayer a estos ataques con una gran ofensiva en Gaza y Cisjordania, que se ha cobrado la vida de al menos 21 palestinos y que augura una nueva venganza extremista en una cadena de violencia imparable.

El incidente más grave se produjo en el campo de refugiados de Al-Amari, en Ramala, donde un tanque israelí mató a la mujer y a tres hijos de un activista de la guerrilla integrista Hamas. En este ataque murieron otras dos personas. El ejército hebreo pidió perdón, ya que el objetivo no era el vehículo en el que viajaba esa familia, sino un autobús repleto de palestinos armados.

Los soldados israelíes también irrumpieron en los campos de refugiados de Rafah (Gaza) y Jenín (Cisjordania). Los enfrentamientos se saldaron con 10 palestinos muertos. Las fuerzas israelíes abrieron fuego contra una ambulancia 'sospechosa', matando a un médico de la Media Luna Roja. Los soldados israelíes también mataron a otros cuatro palestinos en diversos incidentes aislados. Al menos 941 palestinos y 306 israelíes han muerto desde que estalló la violencia en septiembre de 2000.

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