Piqué no ve sentido en plantear ahora cualquier mediación en Oriente Próximo
El ministro de Asuntos Exteriores volvió a hacer un llamamiento a Israel y Palestina para acabar con la "violencia creciente y terrible" pero afirmó que, por el momento, "no tendría mucho sentido" una mediación del Gobierno.
Josep Piqué, en declaraciones en el Congreso, donde participó en la Conferencia europea de presidentes de comisiones de Asuntos Exteriores, afirmó que "cualquier idea o esfuerzo que se pueda hacer y que sea aceptable por las partes debe ponerse en marcha", pero insistió en que el objetivo inmediato es poner fin a la espiral de violencia porque "por este camino no se llega a ninguna parte".
Preguntado sobre la opción de que el presidente del Gobierno, José María Aznar, emprendiera alguna iniciativa negociadora como presidente de turno del Consejo Europeo, Piqué admitió que "en estos momentos, las circunstancias no nos llevan a esa posibilidad por lo menos a corto plazo".
No obstante, apuntó también que si hubiera "alguna posibilidad de que España pudiera desempeñar algún papel adicional" de forma bilateral o desde su presidencia de la UE, "lo haríamos sin ninguna duda".
Piqué manifestó que cada día que pasa en Oriente Medio, la situación es "más dramática y más pesimista", lo que en su opinión, "obliga a todos a redoblar nuestra actividad diplomática e intentar encontrar de nuevo un horizonte político".
El ministro de Asuntos Exteriores dijo que la propuesta de paz de Arabia Saudía, que prevé el reconocimiento por parte de los países árabes del Estado de Israel a cambio de que abandone los territorios ocupados y regrese a sus fronteras de 1967, es una "base para encontrar una salida".
Según Piqué, "la insistencia en este punto es esencial", aunque reconoció que "hay que concretar y avanzar en la precisión de algunos aspectos" de este plan puesto que sólo se han dado a conocer los rasgos generales.
El mandatario español manifestó también la necesidad de que Israel devuelva la libertad al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yaser Arafat, confinado en la localidad de Ramala, con el fin de que pueda asistir a la cumbre de la Liga Árabe, que se celebrará en Beirut (Líbano) a finales del presente mes.
A juicio de Piqué, es "muy difícil" seguir exigiendo a Arafat que haga "el cien por cien de los esfuerzos" para frenar la violencia del bando palestino si al mismo tiempo sigue confinado.
El ministro español declaró que las condiciones que se les exigen tanto a Israel como a Palestina para pacificar la región son "muy complejas, pero absolutamente inevitables" puesto que "no hay una solución militar al conflicto" y es "inevitable" que la negociación culmine con la "coexistencia pacífica de dos Estados".
Piqué pidió a la parte palestina que se esfuerce "al máximo" para desmantelar las redes terroristas, y a Israel, le instó a acabar con las ejecuciones extrajudiciales, con el bloqueo de los territorios y con la expansión de los asentamientos.
La ausencia de Arafat en la Cumbre Árabe sería "catastrófica", dice Abdulá
El heredero saudí, príncipe Abdulá Bin Abdelaziz, considera que sería "catastrófica" la eventual ausencia
del líder palestino, Yaser Arafat, en la próxima Cumbre Árabe de finales de marzo en Beirut, en la que tiene previsto presentar su plan de paz para Oriente Medio.
Según el ministro palestino de Planificación, Nabil Shaaz, citado hoy por el diario árabe internacional Al Hayat, el heredero saudí "prometió hacer esfuerzos para garantizar la presencia en la Cumbre del presidente Arafat", confinado en la ciudad cisjordana de Ramala desde diciembre pasado.
Shaaz concluyó el domingo una visita de dos días a Arabia Saudí, durante la cual se entrevistó con Abdulá y entregó una carta de Arafat al rey Fahd.
El heredero saudí "considera que la ausencia del presidente Arafat sería catastrófica", recalcó Shaaz, y aseguró que Abdulá "condiciona la presentación de su plan de paz a la aprobación de éste por Arafat, así como por Siria y el Líbano". Varios países árabes, especialmente Egipto y Jordania, además de Arabia Saudí, han exigido que Israel levante el confinamiento que impone a Arafat para ayudar a los actuales esfuerzos destinados a calmar la situación entre palestinos e israelíes.