Cómo sacar ventaja al dólar
Los expertos están de acuerdo. A corto plazo, el dólar se seguirá revalorizando respecto al euro. Esta situación ofrece oportunidades que conviene estudiar
La última comparecencia de Alan Greenspan en el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes de Estados Unidos -en la que explicaba que la economía norteamericana inicia una tenue recuperación- dio un ligero y tan sólo momentáneo respiro al euro. La moneda europea, que llegó a cotizar en la jornada del miércoles a 0,866 dólares, cerró finalmente a 0,863 dólares la misma sesión.
Casi todos los expertos coinciden. La divisa estadounidense mantendrá su fortaleza en los próximos meses. Javier Rivas, director de análisis de Bankinter, tiene claro que 'el entorno económico actual es favorable al dólar, entre otras razones, porque el diferencial de crecimiento económico entre Estados Unidos y los países de la zona euro se mantendrá aún durante cuatro o cinco meses. De ahí que no resulte extraño que antes del verano la moneda única pase a negociarse a entre 0,83 y 0,84 dólares'.
Para después del verano y de cara a final de año, la situación puede tornarse algo más positiva para la divisa europea. A juicio de Jorge Velasco, gestor de Morgan Stanley, 'aunque la moneda única no alcanzará el ideal de cotización -un dólar, un euro-, sí podremos verla en el entorno de los 0,9 dólares. Las razones que pueden motivar esta recuperación son muchas. Entre ellas se puede destacar que la enorme demanda de dólares que, para financiar inversiones en el exterior, se producía hace unos meses está cediendo de forma considerable'.
Para Miguel Ángel García, director de inversiones de Deutsche Bank en banca privada, 'aunque los movimientos de las divisas pueden ser bruscos, creemos que el euro vivirá un último trimestre del año bastante positivo, hasta alcanzar los 0,9 dólares'.
Bajo estas perspectivas, todos los analistas consideran que en el muy corto plazo, las inversiones en dólares ganarán atractivo. No así en el medio plazo. Para Javier Rivas, 'lo que no se gane en los próximos tres meses, en activos de renta fija, vía tipos de interés, se ganará vía revalorización'. Desde el Deutsche Bank, se señala que 'la previsible reactivación y el agotamiento de las bajadas de los tipos de interés por parte de los bancos centrales hacen que tendamos a reducir duración'.
La ampliación de los diferenciales de la renta fija privada nos está dando oportunidades de compra a medio plazo. En las referencias a corto plazo, buscaríamos activos de primera calidad crediticia con un margen atractivo sobre los títulos del Estado, no obstante, por el momento, la parte más importante estaría en repo (recompra de títulos) sobre deuda pública. La inversión se centraría en la zona euro, por el diferencial de tipos y el riesgo de que el dólar se deprecie frente al euro'.
Depósitos
Hoy por hoy, en euros se pueden encontrar depósitos mensuales con una rentabilidad de hasta el 8%. Los rendimientos que ofrecen las imposiciones a plazo en la divisa estadounidense no alcanzan ni de lejos estas tasas. Los tipos más altos se sitúan a un mes y tres meses en el 2,5%, como es el caso de las imposiciones que ofrece Banesto. Aunque si se opta por periodos más largos, la rentabilidad también es atractiva. Uno-e ofrece depósitos en dólares a 12 meses con un interés del 2,21%, y para plazos de seis meses al 1,78%. Pero si lo que se busca es rentabilidad a muy corto plazo, de la misma manera que se pueden contratar depósitos en euros con vencimiento semanal, en el mercado existe esta misma imposición, pero denominada en dólares. Una de las entidades que la ofrece es Banco Pastor y la rentabilidad para este depósito es del 1,5%.
Pero si un depósito en euros al 8% durante un mes genera unos intereses, para 6.010 euros (un millón de pesetas aproximadamente) de unos 40 euros antes de retenciones e impuestos, una imposición a ese mismo plazo y para ese mismo importe (5.187 dólares) al 2,5% aporta unos 12,5 dólares, unos 14,48 euros.
En el momento de recuperar la inversión, en el caso del depósito al 8%, el cliente tendrá en el bolsillo, antes de impuestos y de forma segura, 6.050 euros.
Para la imposición en dólares, el resultado, sin embargo, no es fijo. Si como señalan los técnicos, el dólar se revaloriza (cambio de 0,84 dólares por euro), el particular tendrá los 5.187 dólares invertidos convertidos no ya en 6.010 euros, sino en 6.175 euros, que, más los 14,48 euros de intereses sumarán un total cercano a los 6.190 euros.
Si, pese a las expectativas de alza (pasar de una cotización de 0,863 a otra de 0,84 dólares por euro), el euro consigue recuperar posiciones, el resultado sería exactamente el opuesto. La imposición al 8% seguiría, al recuperarse, convirtiéndose en 6.050 euros. La inversión en dólares podría no llegar, si su cotización bajase a 0,9 euros por dólar, a 5,780 euros.
La renta fija estadounidense ofrece un atractivo interés
Comprar títulos de renta fija emitidos en dólares es otra de las alternativas de inversión que, al menos a corto plazo, pueden resultar rentables para el inversor.
Dado que estos títulos suelen tener vencimientos más amplios, lo más lógico, según los técnicos, sería hacer operaciones de compra con pacto de reventa, aunque ello conlleve reducir la rentabilidad final.
En los cuadros adjuntos se puede ver toda una selección, según tiempo de vida de los activos, de los títulos emitidos en dólares más rentables actualmente.
En algunos casos, los rendimientos, en dólares, pueden llegar al 6%, en incluso superarlos, como sucede con los títulos de General Motors 6 1/8 con vencimiento en febrero de 2007, que actualmente ofrece el 6,612%, o los títulos de Ford 6 1/2 con vencimiento en enero de 2002, que tienen una rentabilidad del 6,74%. Si a este dato se une el de la posible revalorización de la divisa estadounidense, el negocio parece claro.
Y, sin embargo, hay que tener precaución. En primer lugar, no hay que olvidar que se giran comisiones por las operaciones de compraventa de títulos. En segundo lugar, que no todos los títulos de deuda ofrecen la misma liquidez. Y, en tercer lugar, que no todos los emisores ofrecen las mismas garantías de pago por sus deudas.
De ejemplo puede servir que General Electric tiene una calificación de triple A, mientras Ford la tiene de triple B. Es importante, por tanto, buscar activos fácilmente negociables y con una adecuada calificación crediticia.