Amenaza legal al dominio de Disney sobre Mickey
El Tribunal Supremo de EE UU revisará la ley que garantiza la ampliación, por 20 años, de los derechos de autor. Si la norma se anula, algunas creaciones de Disney serán de dominio público en 2003 Texto Ana B. Nieto
No pudo sentar peor. Mientras se celebraba el pasado martes (por la noche en España) la junta de accionistas de Disney, se conoció que el tribunal Supremo ha abierto una investigación sobre la constitucionalidad de una ley que extiende la protección de los derechos de autor para los libros, la música y las películas durante 20 años más de los previstos. Y para Disney, que ya está intentando salir de una importante crisis, la noticia es todo un revés.
El alcance de la decisión del Supremo es importante para firmas como la presidida por Michael Eisner, ya que sin esta extensión apoyada por el presidente, George Bush, verá desaparecer sus exclusivos derechos en 2003 sobre una de sus criaturas más antiguas, el ratón Mickey. El pato Donald, Goofy, Dumbo y Pluto pasarían a ser de dominio público en 2009 según la empresa.
La compañía de entretenimiento retendría limitados derechos sobre sus históricas creaciones, que podrían ser utilizadas por la competencia en películas, libros o parques temáticos. ¿Bugs Bunny dando la bienvenida en el parque temático de la Warner de la mano de Pluto? De eso se trata. Y lo que es válido para Disney lo es también para, por ejemplo, AOL Time Warner, que verá cómo los personajes del Mago de Oz o Escarlata O'Hara podrían ser protagonistas de las películas de Universal Vivendi.
Del Supremo de los EE UU depende que clásicos como la música de Gershwin se convierta en dominio público, al igual que otro clásico, El tío Sam, forma parte de este universo desde hace años. Así como las farmacéuticas pierden la patente de sus medicamentos después de un tiempo limitado tras ser lanzados en el mercado y aparecen genéricos, en el mundo de las artes éstos pueden multiplicarse en el futuro.
Lo cierto es que en el pasado el Congreso ha aprobado la extensión de los derechos de autor 11 veces en los últimos 40 años. La piedra en el camino de la duodécima aprobación han sido las empresas de Internet. Eric Elred, un editor de libros en Internet, asegura que esta dinámica de retrasar la finalización de estos derechos de autor y en concreto la ley de 1998 conocida como Sonny Bono Copyright Extension Act, viola el derecho constitucional de libertad de expresión. Según fuentes del poder legislativo, el Congreso adoptó esta ley para adecuar la reglamentación a la que está en vigor en la UE.
Los críticos a esta extensión la denominaron The Disney Act, puesto que es esta empresa la que mostraba más vulnerabilidad en los primeros años. Michael Eisner mantuvo reuniones con muchos congresistas poco antes de su aprobación y su empresa aportó fondos a la campaña de la mayoría de los miembros del comité que aprobaron la ley.
Estos mismos críticos consideran que es momento de que la competencia pueda sacar partido a los clásicos de Disney, de la misma manera que esta empresa lo ha hecho con personajes universales como la Sirenita, El jorobado de Nôtre Dame, o la Cenicienta y la Bella Durmiente.
El proceso no ha hecho más que empezar. En octubre comenzarán las comparecencias de los afectados y no se espera que los magistrados tomen una decisión hasta 2003, el año límite para el ratón de la Disney. Las empresas de Internet se felicitan porque, de momento, se abre la posibilidad de colgar de sus páginas un patrimonio que tantos beneficios ha dado a las grandes compañías.
Por otro lado, las grandes empresas dueñas de este patrimonio temen que el dominio público haga peligrar el valor que tienen sus archivos. Precisamente MGM, que en los últimos años busca formar una sociedad conjunta o vender la empresa, hace valer sus 4.000 títulos como uno de sus más importantes activos. Si la ley no sale adelante, tendrán que revisar sus libros.