La zona euro, ¿mejor que EE UU?
Uno de los lugares comunes en los informes recientes sobre estrategia de inversión son las mejores perspectivas de los mercados europeos respecto a los estadounidenses. No es la primera vez que el conjunto de los expertos apuesta por un movimiento de este corte. Pero la experiencia de los últimos años no ha apoyado este tipo de previsiones.
Reiteradamente, en los últimos años Europa no ha logrado desligarse, ni a mejor ni a peor, del comportamiento de Wall Street. La burbuja se forma en Estados Unidos, y es lógico que la Bolsa de allí se aproveche en mayor medida. Pero, cuando se pincha, las pérdidas son menores.
El factor que se escapa es el dólar. Un dólar fortalecido frente a las previsiones de todos gracias a los flujos de inversión externa que no dejan de entrar en Estados Unidos. Lo que permite exportar inflación, financiar el déficit comercial y, en definitiva, sentar una de las bases del crecimiento autoalimentado durante los últimos años esquivando algunos de los desequilibrios generados.
No todos, obviamente. Si se cumple la previsión oficial de recuperación en la segunda mitad del año, las cosas se quedarán como están. Pero si los desequilibrios que ni siquiera un dólar fuerte pueden esconder hacen mella en la economía de Estados Unidos y, sobre todo, en su confianza, el escenario puede cambiar.
En principio, la economía no es un juego de suma cero. Al contrario, los problemas de uno son malos para el otro. Un contexto para el euro de apreciación violenta como consecuencia del agravamiento de la crisis en EE UU no sería, ni mucho menos, bueno para el mercado.
Lo mejor será una apreciación lenta del euro, hasta llegar a la cota de los 0,9, 0,95 dólares o la paridad. Eso sí lo agradecerían los mercados europeos. Pero las recomendaciones de los analistas tienen que calar en los inversores.