Ford y General Motors anuncian el despido de 4.250 trabajadores más
Los grupos automovilísticos Ford y General Motors anunciaron ayer su intención de reducir 4.250 empleos en Estados Unidos y Europa. Estos ajustes se suman a los ya previstos por ambas empresas. En concreto, Ford ha anunciado en los últimos meses la supresión de 35.000 empleos en Estados Unidos y Europa, mientras GM ha decidido prescindir de 10.000 trabajadores a ambos lados del Atlántico.
Ford estudia ahora suprimir 1.400 empleos en su planta belga de Genk, lo que representa alrededor del 14% de la plantilla de estas instalaciones industriales, formada por 10.000 empleados.
El coste de esta reducción de plantilla, que se llevará a cabo a través de bajas voluntarias, asciende a 900 millones de euros, según la prensa local. La multinacional enmarca la iniciativa en un plan de la compañía para convertir la planta de Genk en una instalación 'altamente flexible'.
Además, la agencia añade que Ford estudia implantar este sistema de producción en la planta que posee en la localidad de Almussafes (Valencia). Los planes de Ford consisten en alcanzar un modelo de producción capaz de simultanear la producción de diferentes modelos, entre los que podrían figurar el sustituto del monovolumen Galaxy y las futuras versiones de los modelos Focus y Mondeo.
Por su parte, General Motors ha decidido eliminar 2.850 empleos en dos de sus factorías de Estados Unidos que producen modelos de automóviles cuya demanda ha caído. Un portavoz de la empresa agregó que en la planta de Linden (Nueva Jersey) el grupo suprimirá 1.100 empleados, y en la de Onion Township (Michigan), otros 1.750.
La fábrica de Linden, fundada en el año 1937, fabrica camionetas ligeras (denominadas pick up) y el Chevrolet Blazer desde el año 1992.
La planta de Michigan se especializa en la producción de automóviles sedan, como el Oldsmobile Aurora, un producto cuyas ventas han caído el 80% en el último año. Según GM, los empleados despedidos recibirán sus salarios y beneficios hasta septiembre del año 2003.
Por otra parte, las autoridades brasileñas han prohibido a los cuatro fabricantes de vehículos del país (General Motors, Fiat, Volkswagen y Ford) la venta de automóviles que puedan tener defectos en el sistema de frenos, según la prensa local.La decisión fue adoptada por el Ministerio de Justicia, después de que los cuatro fabricantes llamaran a revision 50.000 modelos con ese problema.