Uruguay interviene la filial de un banco argentino
El temido contagio de la crisis argentina a otros países se ha hecho realidad en el sistema bancario de Uruguay, estrechamente ligado al del país vecino. El Banco Central del Uruguay decidió intervenir y suspender por 90 días la filial local del Galicia de Argentina, después de que la entidad perdiese un tercio de sus depósitos.
El banco emisor de Uruguay se vio obligado a intervenir ayer la filial del argentino Banco Galicia, en cuyo capital participa el SCH con el 7,5%. La intervención, durante 90 días en principio, conlleva la suspensión de todas las actividades del banco.
El ministro de Economía de Uruguay, Alberto Bensión, explicó que las autoridades argentinas no habían ¢podido o querido¢ facilitar al Banco Galicia la posibilidad de auxiliar a su filial, lo que forzó la intervención, tras varias semanas de ¢contactos¢ con el Banco Central de Argentina.
Con el 21,7% del capital de toda la banca privada de Uruguay y depósitos de 1.490 millones de dólares a principios de diciembre, el retiro de depósitos desde esa fecha ascendía a 507 millones. Este monto fue retirado por sus clientes mayoritariamente argentinos, que acudieron a la plaza de Montevideo para hacerse con efectivo ante la congelación de los depósitos dispuesta por el ex ministro de Economía Domingo Cavallo el 3 de diciembre.
De esta manera, la caída de Argentina muestra sus primeros efectos en la región. Por primera vez en su historia, Uruguay corre el riesgo de perder su fama de refugio seguro para el capital argentino, con un régimen de secreto bancario que preserva la identificación de los clientes de los bancos. No existe en Uruguay garantía de los depósitos ni privada ni estatal.
Un sistema dependiente
De los 20 bancos privados de Uruguay, tres pertenecen a capitales argentinos. Además del Galicia, el Banco de Montevideo, que compró recientemente La Caja Obrera, está controlado por la familia Peirano, propietaria del Banco Velox de Buenos Aires.
Asimismo, el número dos entre los privados, el Banco Comercial, está en manos del argentino Banco General de Negocios, de la familia Rohm. Esta entidad está bajo la lupa de la justicia argentina y bajo un proceso por fuga de capitales. Su presidente, José Rohm, está prófugo, y su hermano Carlos fue detenido por el juez que investiga la causa. La salud de este banco sí preocupa en Uruguay; el ministro Bensión dijo ayer que están negociando con JP Morgan, Credit Suisse y Dresdner su capitalización (estos bancos son socios de los Rohm).
Mientras tanto, en Argentina la noticia impactó negativamente en el sector. El Banco Central anunció que auxiliará, si es necesario, al Banco Galicia (ayer cayó un 9% en Bolsa). Se sospecha que la entidad se encuentra en una situación de extrema dificultad. La suerte de la filial uruguaya depende ahora de la de su casa matriz. Asimismo, el Central está ayudando a los bancos argentinos en los últimos días.
El FMI dice que no se habla de cifras
El portavoz del Fondo Monetario Internacional, Thomas Dawson, dijo ayer que las conversaciones con Argentina 'van bien', pero que no se está aún en fase de negociación y, por tanto, ni se habla de montos de ayuda.
'El proceso está avanzando. El objetivo de las conversaciones es si podemos llegar a un punto en que el programa (de Argentina) pueda ser aprobado por la comunidad internacional', dijo Dawson. Pero, agregó, es 'prematuro' hablar de montos de ayuda, en una clara réplica a las declaraciones formuladas en Buenos Aires por el viceministro de Economía argentino, Jorge Todesca, quien cifró las necesidades financieras en 25.00 millones de dólares.
En Washington, el ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, continuó ayer su ronda de negociaciones con los directivos del Fondo y del Tesoro estadounidense antes de regresar a su país por la noche.
Al igual que Dawson, se mostró optimista sobre el resultado de las reuniones, pero tampoco dio plazos ni volúmenes para la ayuda del FMI a Argentina.