Reino Unido aprueba la privatización parcial del metro de Londres
El ministro británico de Transporte, Stephen Byers, dio ayer el visto bueno a los planes para la privatización parcial del Metro londinense, un proyecto que ha levantado una gran polémica.
Según Byers, el proyecto 'representa que los 16.000 millones de libras (unos 24.000 millones de dólares) necesarios para modernizar el saturado sistema de metro londinense están más cerca'.
El plan prevé la adjudicación de la infraestructura del Metro -vías, señales, túneles, estaciones- a tres compañías diferentes, que se repartirían las 12 líneas que existen en Londres, mientras que el funcionamiento de los trenes en sí seguiría en manos públicas.
'Los 1.000 millones de usuarios que utilizan el metro cada año saben lo extremadamente que necesitamos esa inversión. Años de abandono nos han dejado una infraestructura que se cae a pedazos, y retrasos y cancelaciones para los pasajeros', afirmó el ministro.
La noticia ha sido acogida con duras críticas tanto en el Parlamento como por parte del alcalde de Londres, Ken Livingstone, que no descarta apelar ante los tribunales.
Livingstone propone un sistema de bonos que financien los miles de millones necesarios para modernizar la infraestructura de ese medio de transporte. Alega que la privatización parcial provocará graves disputas sobre los contratos y problemas para la seguridad de los usuarios, similares a los creados tras la privatización del sistema ferroviario en los años noventa.
Pese a esta oposición, la agencia encargada del transporte londinense, London Transport dio ayer el sí en principio al proyecto de 'asociación pública y privada' (PPP) que regirá el metro londinense, pese a la oposición del alcalde de Londres y el comisario de transporte de la capital, Bob Kiley.
Ahora el Ejecutivo de Salud y Seguridad, encargado de que se respeten las normas de salud pública, debe dar su aprobación, para lo que se abre un periodo de consultas de tres semanas. Se abrirá entonces un periodo de transición de tres meses.