El 30% del comercio mundial se realizará en euros antes de junio
El 30% de las transacciones comerciales en el mundo pasará a denominarse en euros en los próximos meses, y casi con seguridad antes del 30 de junio. Informes del Banco Central Europeo y del Banco de España coinciden en esta afirmación, mientras Eurostat confirma que la Unión Europea es ya el mayor exportador mundial.
El impacto de la introducción del euro sobre los flujos de comercio internacional va a superar ampliamente las fronteras de la Unión Europea, hasta el punto de que informes recientes del Banco Central Europeo (BCE) y del Banco de España coinciden en afirmar que la moneda única pasará a denominar más del 30% de las transacciones comerciales mundiales en el plazo de unos meses, y casi con seguridad antes del próximo verano.
Esta cantidad equivaldría a más de 4,2 billones de euros sobre un total de 14,31 billones a que se elevó el valor de los intercambios comerciales en el mundo, con datos de 2000, y sobre la que la Organización Mundial del Comercio (OMC) espera un crecimiento del 2% durante el ejercicio de 2001.
Para avalar estas optimistas previsiones de los bancos centrales, la oficina de estadísticas comunitaria, Eurostat, recuerda que la Unión Europea es ya el primer exportador del mundo al absorber el 17,5% de las exportaciones totales de bienes en 2000, equivalentes a 937.900 millones de euros, frente a los 837.400 millones a que ascendieron las ventas de EE UU y que supusieron el 15,6% de la exportación internacional.
Pero, al margen de la actividad comercial generada por los Quince, en los últimos días se han producido acontecimientos externos a la Unión que parecen apuntalar el papel de la moneda europea.
Así, y en el contexto de su beligerancia hacia Estados Unidos, el líder iraquí, Sadam Husein, se ha apresurado a anunciar que venderá en euros toda la producción de petróleo producida en su país y cuyo valor supera los 10.000 millones de euros anuales.
Por motivos similares, también la Cuba de Fidel Castro se apresuró a anunciar que denominaría en euros todas sus operaciones con el exterior antes incluso de la entrada en vigor de la moneda.
Si a ello añadimos que también irán incorporando el euro los países de Europa del Este candidatos a la ampliación; que a su vez se denominarán en euros los acuerdos de libre comercio de la UE con Chile y Mercosur, al igual que ocurrió en el firmado con México, y que el Gobierno de China ha decidido hace unos días transformar en euros en torno al 30% de sus reservas monetarias, ese 30% del comercio mundial en euros no parece exagerado, y con serias perspectivas, además, de ampliarse a medio plazo, lo que redundará en una mejoría de la estabilidad y la cotización de la divisa europea.