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La tasa de morosidad de la banca desciende al 0,89% hasta noviembre

El índice de morosidad en las entidades de crédito en España siguió rozando mínimos durante los últimos meses de 2001. Hasta noviembre, la tasa de mora cayó 0,01 puntos después de haber repuntado levemente en octubre. Así, los créditos impagados se situaron en noviembre en el 0,89%, coincidiendo con una moderación en la expansión crediticia. Diversos analistas, no obstante, avisaron ayer de que no será hasta dentro de año y medio cuando se empiecen a pagar los excesos cometidos en la concesión de préstamos.

El índice de créditos vencidos y no cobrados clasificados como dudosos en España cayó durante el mes de noviembre por segundo mes consecutivo en España. De esta manera, el índice de impagados cayó hasta el 0,89% de los 616.207 millones de euros -102,5 billones de pesetas- que componen la cartera crediticia en España, según los datos del Banco de España.

El volumen de morosidad ascendió hasta noviembre a 5.494 millones de euros (914.124 millones de pesetas), un 0,2% menos que con respecto a los 5.504 millones de euros registrados en el mes anterior. En las cajas de ahorros, la morosidad fue ligeramente inferior que en la banca. Así, las cajas registraron un volumen de mora de 2.367 millones de euros -393.835 millones de pesetas-, un 0,91% de su cartera crediticia. En la banca, los créditos vencidos y no cobrados totalizaron 2.669 millones de euros -444.084, millones de pesetas, el 0,92% de su cartera de préstamos-.

Moderación de los créditos

Esta progresiva bajada de la morosidad ha coincidido con la esperada moderación de la expansión crediticia por parte de las entidades financieras. En el tercer trimestre del pasado año, tanto los depósitos de ahorro como los créditos sufrieron un frenazo, tal y como había reclamado repetidas veces el gobernador del Banco de España, Jaime Caruana.

Los bancos cosecharon un crecimiento de sólo el 6,7% en el caso de los bancos, la tasa más baja desde abril del pasado año. Las cajas, por su parte, han ido desacelerando progresivamente su inversión crediticia. En noviembre pasado, ésta creció un 14,5%, cuando a principios de 2001 había registrado crecimientos superiores al 20%.

No obstante, esta moderación en la concesión de préstamos puede haber llegado demasiado tarde. Según cálculos de Analistas Financieros Internacionales (AFI), "el crecimiento del crédito hoy se traduce en morosidad futura con un retardo de un año y medio a dos años", según afirma Miguel Ángel Martín-Albo, consultor de banca de AFI. Es decir, que el crecimiento del crédito ya provoca por sí mismo una disminución de la tasa de morosidad al aumentar la inversión sin aumentar la morosidad, puesto que el crédito moroso se manifiesta con retardo.

Algo parecido sucede con las coberturas para la morosidad, que actualmente se encuentran en máximos históricos, con un ratio conjunto en la banca del 231% hasta septiembre. El crecimiento del crédito incrementa automáticamente la cobertura de la morosidad, especialmente tras la entrada en vigor del Foncei. La razón estriba en que el crédito lleva aparejada la cobertura en el momento de su concesión, pero la morosidad no se manifiesta hasta más tarde.

Según Martín-Albo, las entidades deberían tener cautela con la inversión crediticia, ya que la tasa de mora actual no refleja la "morosidad latente". Además, afirma que la expansión del negocio de los préstamos llevará en un plazo máximo de dos años a un repunte en la morosidad.

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