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REVOLUCIâN MONETARIA

Los expertos aseguran que el redondeo no aumentará la inflación

La desaceleración económica y la capacidad de maniobra del BCE hacen que los expertos confíen en que el efecto del redondeo sobre la inflación no sea significativo. Teniendo en cuenta que parte de las subidas de precio se han sustanciado en el año que hoy termina, el Banco de España prevé que, en el peor de los casos, la conversión de pesetas a euros provoque una subida de décimas: entre el 0,2% y el 0,4%.

El temor al efecto pernicioso que la conversión de pesetas a euros pue-de tener sobre los precios no deja de rondar el ánimo de los consumidores. Sin embargo, los expertos del Banco de España consideran que sólo en el peor de los casos -en el que todos los vendedores decidieran redondear los precios al alza- se observarían efectos significativos sobre la inflación, "aunque siempre moderados".

También el Ministerio de Economía se ha aliado con las tesis optimistas del Banco de España manifestadas por su gobernador, Jaime Caruana, quien señalaba recientemente que, "si el redondeo se realiza conforme a lo establecido, el proceso será neutral". Co-mo mucho, según Caruana, "se producirá un aumento de la inflación entre un 0,2% y un 0,4%".

Sin embargo, las dificultades para obtener datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) han impedido a los analistas independientes realizar previsiones fundamentadas. Con todo, tal como asegura José Félix Izquierdo, analista del Servicio de Estudios del BBVA, "no se detectan sorpresas por ningún lado". Explica que ha sido muy difícil hacer estimaciones y lo seguirá siendo a partir del 1 de enero porque en esa fecha la elaboración del IPC cambia de base. Aunque el INE va a realizar "un cálculo hacia atrás", vamos a perder la referencia".

Con estadísticas o sin ellas, este analista cree que "los ciudadanos lo van a notar en el bolsillo". De hecho, recuerda, las subidas de precios más fuertes no se han producido en los productos de consumo, sino en productos de inversión, como la vivienda o los automóviles de lujo, que no forman parte del IPC.

Se trata de subidas que se han adelantado a la llegada física del euro. Según el Banco de España, "esta fecha parece poco apropiada para hacerlo, ya que cabe esperar una mayor vigilancia en ese momento sobre los procesos de conversión". Y añade: "Las empresas llevan ya un cierto tiempo ajustándose al euro, de forma que el traspaso de los costes en que hayan podido incurrir estaría produciéndose ya". En cualquier caso, ninguna institución ha cuantificado qué parte de la inflación interanual ha sido generada por el redondeo. Desde la Organización de Consumidores y Usuarios sostienen que ha sido de un 1%.

César Cantalapiedra, experto de Analistas Financieros Internacionales, tampoco aprecia amenazas inflacionistas, porque "estamos en un contexto adverso para políticas de precios alcistas", debido a la desaceleración económica y a la relajación de los precios del petróleo. Según Cantalapiedra, "parte del efecto ya lo hemos visto este año: la inflación subyacente (descontados los alimentos frescos y la energía) se ha desacelerado en la UE, pero persiste en España quizá, precisamente, por el redondeo".

Este analista confía en el buen hacer del BCE para evitar repuntes de precios mediante subidas de los tipos de interés. Además, según la última encuesta del banco emisor europeo, la inflación prevista en los países del euro para los dos próximos años se sitúa tan sólo entre el 1,7% y el 1,8%. Un argumento más por el cual los expertos no creen que el efecto del redondeo de pesetas a euros vaya a ser significativo.

 

Recuperar costes y aplicar precios atractivos

Según el Banco de España, dos son los motivos que pueden llevar a las empresas a aplicar el redondeo al alza, una operación algebraica que, "si se hace con los suficientes decimales", no causará problemas.

El primero, la intención de recuperar los costes en los que han incurrido por la adaptación al euro (formación de personal, etiquetado, cajas registradoras). En este caso, el traspaso ya se habría producido, según la entidad monetaria.

En segundo lugar, las compañías intentarán fijar precios atractivos, entre los que hay que distinguir "los redondeados, los fraccionarios y los psicológicos". Los redondeados son precios que terminan en cero y resultan fáciles de retener y comparar para los consumidores, los fraccionarios se caracterizan por terminar en 25, 50 y 75 y se fijan en artículos baratos y de consumo frecuente, por último, los precios psicológicos son aquellos que se aproximan al redondeado y se les resta una pequeña cantidad, los conocidos 99.

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