_
_
_
_

Los costes de seguridad suben un 15% el año próximo

Las compañías españolas dedicadas a seguridad y vigilancia han decidido subir un 15% la tarifa de sus servicios el próximo año. Aproser, la patronal del sector, justifica este aumento de precios por el alza del 16% de los salarios de los cerca de 54.000 trabajadores acordado en el último convenio colectivo.

Las compañías de seguridad acaban de firmar con los sindicatos del sector (UGT, CC OO y USO) el convenio colectivo para 2002. En él se incluye una subida salarial del 16% para los 54.000 empleados del sector.

Por esta razón, las compañías "se verán obligadas a repercutir ese aumento de coste laboral en el precio de sus servicios de vigilancia, de sistemas, de recepción de alarmas, de guardaespaldas y transporte de fondos, a partir del 1 de enero de 2002. El alza será del 15%", según el portavoz de la patronal Aproser, Enrique Sánchez.

A juicio de Sánchez, la subida de precios de los servicios "no afectará a la buena evolución del mercado. La seguridad es una necesidad prioritaria de la que no pueden prescindir las empresas". De hecho, la facturación de las compañías prevista para el año 2002 superará los 1.773 millones de euros (295.000 millones de pesetas), lo que implica un crecimiento del 19,9% con respecto a este año.

"Esto confirma que el convenio recientemente aprobado traerá mejores resultados al mercado de la seguridad", añade Sánchez.

Para finales del presente ejercicio fiscal, las 930 compañías existentes en el sector prevén obtener unos ingresos de 1.479 millones de euros (246.000 millones de pesetas), un 7% más que en 1999.

A pesar de la crisis que sufren otras actividades del sector servicios tras los atentados contra Estados Unidos del pasado 11 de septiembre, el negocio de la seguridad no se ha visto afectado. Más bien todo lo contrario. Las centrales receptoras de alarmas han conseguido aumentos de su facturación del 24%. Lo mismo ocurre con los sistemas electrónicos. Los ingresos por esta actividad han crecido un 15%, mientras que los de vigilancia han ascendido un 8,6%, y los de los guardaespaldas, un 4,4%.

Falta de personal

El problema que tiene el sector de la seguridad no tiene nada que ver con la crisis que azota a otros negocios. En el mercado de la vigilancia lo que faltan son empleados.

Sánchez señala que "no hay personal para cubrir todos los puestos de trabajo que requieren las empresas. La causa de ello es la legislación española que no permite contratar a aquellas personas que no sean de la Unión Europea".

El problema se agrava con los bajos índices de natalidad que tiene España y el ínfimo número de europeos que vienen a nuestro país para cubrir estos puestos. Por ello, la asociación de compañías de seguridad pide a la Administración "que elimine este requisito que está perjudicando seriamente al mercado de la seguridad". "No podemos cubrir estos puestos debido a que es complicada la formación de estos empleados que tienen que superar un curso y además aprobar un examen. Sería necesario sacar más convocatorias para conceder el título a más vigilantes y cubrir las vacantes que existen en la actualidad", explica el representante de la asociación.

Para la patronal, lo fundamental es que cambie la legislación y se permita contratar a inmigrantes no comunitarios dispuestos a trabajar en este negocio. A los europeos que vienen aquí no les interesa colocarse como agentes de seguridad. "Si se elimina esta barrera, se podría acabar con las carencias de puestos", señalan.

Esta escasez de personal de seguridad obliga a muchas empresas a estirar las horas extras de sus empleados. A pesar de que la jornada laboral está pactada con los sindicatos -alrededor de 164 horas al mes-, los vigilantes trabajan el doble en muchos casos.

Además, la falta de trabajadores está propiciando que algunas compañías contraten servicios con celadores o conserjes uniformados que aparentemente tienen el mismo aspecto que los agentes de seguridad, pero que no reúnen las condiciones necesarias para proteger una actividad.

Otro de los problemas que sufre el sector es el intrusismo laboral. Según UGT, CC OO y USO, trabajan 10.000 personas en el sector sin la titulación requerida por la Ley de Seguridad Privada.

Además, los sindicatos sostienen que existen algunas compañías del sector que prestan servicios de seguridad sin tener la correspondiente homologación del Ministerio de Interior. El sector de seguridad niega todo esto, aunque reconoce que puede haber vigilantes que ejerzan su actividad sin la titulación necesaria.

Diferentes salarios

Los salarios de los empleados de seguridad varían conforme al tipo de trabajo, posesión de armas y horario laboral. Según Sánchez, los salarios están entre las 150.000 pesetas y las 200.000 pesetas mensuales, en función de las horas extras o peligrosidad del empleo.

Con la subida salarial recién aprobada, un vigilante que percibía por una jornada laboral de ocho horas 155.000 pesetas mensuales pasará a cobrar 179.800 pesetas por ese mismo servicio.

El proceso de adaptación al euro es otro asunto polémico en el negocio de la seguridad. El sector del comercio publicó recientemente un informe en el que acusa a Securitas y Prosegur de "abuso de posición dominante y de subir las tarifas de los servicios de transporte de fondos con la excusa del euro".

Las empresas de seguridad consideran que la llegada de la moneda ha supuesto un incremento de los costes de su actividad en el comercio del 30% y las compañías de distribución no están dispuestas a soportar este sobrecoste. Alcampo, Carrefour, Lidl, Tengelman, Eroski, Champion, Dia y Sabeco creen que "una de las razones que está detrás de este comportamiento es el alto grado de concentración empresarial del sector".

 

El 54% del mercado, en poder de seis grupos

El negocio de la seguridad movió el pasado año 1.383 millones de euros (230.000 millones de pesetas). Para este año, la patronal pronostica un crecimiento del 7%, hasta alcanzar los 1.479 millones de euros (246.000 millones de pesetas). Las seis primeras empresas de la clasificación por ingresos (Prosegur, Securitas, Vinsa, Seguribérica, Prosesa y Segurisa) facturan 805,3 millones de euros (134.000 millones de pesetas), lo que representa el 54% del mercado. La compañía líder es Prosegur, que aumentó un 46,1% su beneficio neto, hasta 26,7 millones de euros (4.443 millones de pesetas) hasta septiembre de este año. El grupo español, que representa el 20% del negocio, atribuye los resultados a su avance en la facturación (un 14%) y la adquisición de las compañías del sector Cineiri y Juncadella. Prosegur lleva varios años concentrándose en el sector de la seguridad y desinvirtiendo en sus actividades ajenas a ella. Así, se desprendió de la empresas de trabajo temporal Umano y de sus filiales de limpieza.

Para este año prevé facturar alrededor de 276 millones de euros (46.000 millones de pesetas).

Securitas, la segunda del mercado español, es, sin embargo, la mayor compañía de seguridad privada del mundo. El pasado mes la compañía, que cotiza en Estocolmo, anunciaba que cerrará este año con un incremento del beneficio superior al 30%. En los nueve primeros meses del año presentó unos resultados de 81,48 millones de euros, lo que supone un incremento del 35% con respecto al mismo periodo del año anterior.

Vinsa, la sociedad de la Corporación Empresarial de la ONCE, está especializada en vigilancia, protección personal y sistemas contra incendios. El pasado año, la compañía firmó un acuerdo con el grupo portugués Amorim para crear un sociedad conjunta que presta todo tipo de eservicios a empresas.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_