Piqué condiciona el apoyo de España al Gobierno argentino
La inversión española está para quedarse, siempre y cuando el nuevo Gobierno garantice la seguridad jurídica de las empresas. El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, puso así un límite, por primera vez en una década, a la presencia del capital español en Argentina. Los bancos volvieron a operar ayer con serias dificultades, mientras la realización de las elecciones del 3 de marzo comienza a ser puesta en cuestión. El FMI envió una carta al nuevo presidente argentino.
Mientras, el secretario de Finanzas, Rodolfo Frigeri, anunciaba ayer que se estudia dejar sin efecto la actualización por el IPC de Estados Unidos de las tarifas de las empresas privatizadas de servicios públicos, en su mayoría españolas, Piqué no dejó dudas sobre la posición del gobierno español, que preside José María Aznar.
Tras reunirse con los directivos de las firmas españolas en Buenos Aires y con el presidente provisional, Adolfo Rodríguez Saá, el ministro dijo a los periodistas que las empresas continuarán en el país suramericano siempre y cuando haya "seguridad jurídica, respeto a las reglas de juego y ningún tipo de actitud discriminatoria". Piqué puso como condición que el nuevo Gobierno establezca un "programa serio" y que recupere el apoyo de los organismos crediticios internacionales.
Y agregó, de tal manera que no queden dudas sobre las preferencias de España: "La convertibilidad fue una decisión de fondo tomada hace muchos años. El presidente me habló de su continuidad y yo no tengo nada más que añadir". Sin eufemismos, aunque de forma ímplicita, Piqué reveló así que el mantenimiento del tipo de cambio fijo del peso con el dólar es lo que desean los inversores y el Gobierno de España, como única manera de garantizar el valor de sus activos, de su volumen de negocios y de la capitalización bursátil en Madrid y Nueva York de las compañías españolas presentes en Argentina.
Piqué, que mañana se reunirá con los corresponsales y enviados de prensa españoles, llegó a Buenos Aires en la primera jornada de reapertura de los bancos al público. Si bien continúa el cierre cambiario, que está paralizando de manera alarmante el comercio exterior argentino y provoca aumentos de precios de hasta el 30% en diversos productos, las entidades volvieron a realizar transferencias, cobro de impuestos y otras operaciones.
Pero las dificultades que atraviesan muchas de ellas quedó en evidencia en los retrasos en la atención a los clientes generada por la creciente falta de liquidez. El banco central anunció a última hora del miércoles la creación de un fondo especial para asistir a cualquier institución financiera en riesgo.
La crisis se agrava con las horas, tanto económica como políticamente. Ayer, una gran empresa textil, Alpargatas, anunció suspensión de pagos. Lo mismo hizo la provincia de Tucumán, en el norte del país, al revelar que dejará de cumplir sus obligaciones durante 90 días. La Bolsa de Comercio de Buenos Aires continúa cerrada ante la falta de tipo de cambio para realizar operaciones, debido al cierre decretado por el Gobierno
En el terreno político, el aspirante a la candidatura presidencial por el peronismo José Manuel de la Sota, quien es gobernador de la provincia de Córdoba, consideró que "sería faltar a la ley si no hubiera elecciones el próximo 3 de marzo", en una clara muestra de la brecha abierta dentro del propio peronismo. Los partidarios de Rodríguez Saá y el ex presidente Carlos Menem quieren que el presidente provisional complete el mandato del derrocado Fernando de la Rúa hasta 2003. En este contexto, el Gobierno aseguró ayer que la tercera moneda, el argentino, estará en circulación en un plazo de 15 días, y que ayer comenzaban a imprimirse en la Casa de la Moneda local.
Carta del FMI
A última hora de ayer, el gobierno dio a conocer una carta enviada por el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Horst Köhler, en la cual el responsable del organismo ofrece su colaboración a Argentina para elaborar "un plan económico sustentable".
No fue el único comunicado hecho público ayer tras el clamoroso silencio de la comunidad internacional ante el estallido de la crisis argentina. La Unión Europea pidió a las autoridades argentinas que aporten "soluciones duraderas" para la crisis, que permitan al país "asumir sus responsabilidades financieras internacionales". También ayer emprendió viaje a Buenos Aires el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias.