El conflicto entre las cajas frena los cambios en la cúpula de Caser
Un grupo de cajas, entre las que figurarían Ibercaja y la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), ha presionado en el consejo de la aseguradora Caser para aplazar la elección de Juan Antonio Gisbert, ex número dos de la CAM, como nuevo director de la compañía. Mientras, en la financiera Lico Leasing, otra empresa participada por las cajas, las entidades pequeñas han plantado cara a las grandes y han logrado cuatro puestos en el consejo para tener más voz y voto.
La mayoría de las 36 cajas que participan en la aseguradora Caser, la sexta por volumen de primas, está a favor de que el ex director general de la CAM, Juan Antonio Gisbert, sea el nuevo director de la compañía. De hecho, antes del último consejo celebrado el martes pasado ya se había decidido relevar a la actual director, Gabriela González-Bueno y sustituirla por Gisbert.
Sin embargo, la presión de un grupo de cajas ha logrado parar hasta la próxima reunión del consejo la entrada del ex directivo de la CAM, según explican fuentes de la aseguradora.
Las razones están en el origen político y la salida de Gisbert de la CAM, precisan las mismas fuentes. æpermil;ste llegó al cargo de director bajo el Gobierno del socialista Joan Lerma y siempre se caracterizó por su oposición a una fusión con Bancaja, algo que está promoviendo intensamente el actual Ejecutivo de Eduardo Zaplana (del PP). Finalmente, Gisbert fue apartado para facilitar la fusión. Por este motivo, la CAM no vería con buenos ojos que ocupara el cargo de número dos en una de sus empresas participadas.
Ibercaja, mayoritaria
Ibercaja -su director general Amado Franco, es presidente de Caser- tampoco quiere a Gisbert en la aseguradora por sus connotaciones políticas, señalan las citadas fuentes. La caja aragonesa (al frente de la cual está Manuel Pizarro, también presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros) es uno de los accionistas mayoritarios en la aseguradora, con más de un 10%.
La actual directora, Gabriela González-Bueno abandonará su cargo, pero los accionistas han decidido darle un puesto en el consejo y nombrarla asesora del presidente. Estos cambios, ya decididos, se aprobarán previsiblemente en enero.
De momento no habrá modificaciones en el porcentaje de participación de las cajas porque ya se reestructuró el capital cuando entraron en él a principios de este año los socios franceses, MMA y MAAF, con un 10% cada uno.
En Caser hay, además, un conflicto añadido. Los recientes acuerdos de la primera aseguradora británica CGNU, que ha comprado el 50% de las filiales de seguros de Caja España, Unicaja, Caixa Galicia (accionistas de Caser), han provocado malestar en el resto de cajas.
Muchas se quejan de que la doble participación de estas cuatro entidades en el negocio de CGNU y en el de Caser puede ser perjudicial para esta última.
A esto se añade el mayor poder que tienen estas cuatro cajas en Caser, ya que cuentan con más participación que la mayoría.
El descontento de las cajas de menor tamaño frente a las más grandes es patente. El enfrentamiento se produce porque las grandes acaparan puestos dominantes en las empresas participadas por cajas, con lo que las pequeñas no sólo no se sienten representadas, sino que no tienen capacidad para hacerse escuchar.
Más voz en Lico Leasing
En una de las sociedades, la financiera Lico Leasing, cuatro entidades de menor tamaño han logrado entrar en el consejo con lo que tendrán más voz y más voto en las decisiones. Las Cajas General de Canarias, Sabadell, Extremadura y Ávila tendrán cada una un consejero, según se aprobó la semana pasada.
En este caso, otras cajas con más presencia les han cedido un porcentaje para que estas cuatro pasen del 0,5% al 1%, el mínimo para tener puesto en el órgano de gobierno, que se amplía de 12 a 16 miembros.