El PIB de EE UU registró en el tercer trimestre la mayor caída desde 1991

La economía de Estados Unidos se contrajo en el tercer trimestre del año un 1,3%, registrando la mayor caída desde el primer trimestre de 1991, cuando entró en fase de recesión. El dato, dado a conocer ayer, es la tercera y definitiva estimación del producto interior bruto. La primera estimación apuntaba un decrecimiento del 0,4%, y la segunda, del 1,1%, más acorde con las previsiones de los analistas.

Según el Departamento de Comercio, los factores que más contribuyeron a la contracción del PIB fueron las exportaciones, las inversiones fijas no residenciales y las inversiones privadas en equipamiento. Las exportaciones de bienes y servicios descendieron un 18,8%, tras caer un 11,9% el trimestre anterior. En cuanto a las importaciones, la caída fue del 13%, tras un descenso del 8,4%.

No obstante, estas aportaciones negativas fueron compensadas parcialmente por los gastos del consumidor y los gastos de la Administración federal. Estas últimas aumentaron un 3,6% entre junio y septiembre, mientras que en el trimestre anterior la subida fue del 1,8%. En lo que respecta al gasto de los consumidores, el incremento fue del 1%, frente al crecimiento del 2,5% del trimestre anterior.

La evolución del PIB constata así la progresiva desaceleración de la economía estadounidense, aunque el Departamento de Comercio señaló que no está capacitado para cuantificar el impacto de los atentados del 11-S en el PIB, que indudablemente habría sido débil incluso si no se hubieran producido los ataques.

También ayer se conoció el gasto de los consumidores en noviembre, que se redujo un 0,7%, menos del 1% de caída que esperaban los analistas. Los ingresos personales disminuyeron un 0,1% durante dicho mes.

Sin embargo, la confianza del consumidor mejoró por tercer mes consecutivo. Según la Universidad de Michigan, el índice de confianza se situó en 88,8 puntos en diciembre, frente a los 83,9 de noviembre.