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La inflación general cede, pero la subyacente se mantiene en el 3,7%

El índice de precios de consumo registró en noviembre, justo cuando más le convenía al Gobierno, la tasa mínima del año, el 2,7%. Con esta inflación, sólo abonará en enero a los pensionistas siete décimas adicionales a la subida de enero pasado, lo que con su consolidación costará 694,7 millones de euros (155.588 millones de pesetas). La inflación cayó una décima en el mes y tres en tasa anual por el descenso de los precios de los carburantes y algunos alimentos. Sin embargo, la tasa subyacente (que excluye los elementos volátiles) se ha estancado en el 3,7%. El diferencial con la zona euro se recorta una décima. En Estados Unidos la tasa es del 1,9%, pero la subyacente está más acelerada: 2,9%.

El índice de precios de consumo (IPC) descendió una décima en el mes de noviembre, básicamente imputable al descenso de los precios de los carburantes. Dado que en noviembre de 2000 había aumentado dos décimas, la tasa interanual (la generada en los último 12 meses) ha descendido tres décimas respecto a octubre, hasta el 2,7%, y se sitúa en la cota más baja del año justo cuando más le conviene al Gobierno: en noviembre se ajusta la subida de las pensiones.

De hecho, una inflación del 2,7%, ya por debajo de la tasa psicológica del 3% que alcanzó en febrero de 2000, es la más baja en los últimos 24 meses, y ha descendido en cinco meses desde el 4,2%.

Pero este súbito y acelerado descenso de los precios queda ensombrecido por la resistencia a caer de la subyacente (la tasa que mide la inflación descontando los precios de los alimentos frescos y de la energía), el auténtico núcleo duro de la inflación. En noviembre se mantuvo estable en el 3,7%, tras haber registrado avances paulatinos desde la primavera de 2000, muy ligada a la fortaleza del consumo privado ajeno a la alimentación.

En noviembre la tasa mensual subyacente aumentó un 0,2% (igual que en 2000), lo que ha proporcionado estabilidad en variación anual. Este avance se produjo por los alimentos elaborados (0,3%), ya que los bienes industriales y los servicios se mantuvieron estables.

Entre los grandes grupos del indice se produjeron descensos en noviembre en transporte y comunicaciones (1,3% y 1,4% respectivamente), mientras que subieron el equipamiento personal (calzado y vestido) y los alimentos, con alzas del 0,5% y del 0,3%, respectivamente.

De hecho, pese al aumento de los precios de algunos alimentos, como las carnes de vacuno u ovino (7,7% y 1,2% respectivamente) y del aceite (3,1%) y la fruta fresca (0,9%), su aportación al movimiento de los precios en noviembre fue muy escaso, pues no llegó a una décima, que fue compensado en parte por el descenso de las carnes de cerdo y de ave, que bajaron un 5,1% y 3,8% cada una.

Sin embargo, las bajadas en los precios del transporte personal (1,2%) y de la calefacción (0,6%) aportaron dos décimas de caída, a las que hay que sumar la aportación de la caída de precios de correos y comunicaciones (servicio telefónico), con un descenso del 1,4%. El calzado y vestido aportó sólo media décima a la subida, ya que su peso en el índice es pequeño.

Tras noviembre la alimentación sigue con una inflación del 6,2%, y las bebidas alcohólicas, un 4,6%; la enseñanza tiene una tasa anual del 4,3%, y los hoteles, cafés y restaurantes, un 4,4%, tras estar estables en noviembre. De las 57 rúbricas, la variación anual más alta es la de carne de ovino, con un avance del 28,8%; el mayor descenso es transporte personal (un 3,2%). Los carburantes han bajado un 12,2% en un año.

 

Los precios armonizados caen más que en la UE

El índice de precios de consumo armonizado (el válido para medir la inflación en términos homogéneos con la Unión Europea) descendió en noviembre también un 0,1%, pero la variación en los últimos 12 meses ha sido del 2,8%, una décima más alta que en el IPC nacional. Con este descenso, y tras conocer los ya comunicados por otras grandes economías de la unión, como es el caso de Alemania, Italia, Reino Unido y Francia, el diferencial de precios se mantendrá estable, o incluso podría elevarse alguna décima en noviembre.

En el mes de octubre el diferencial de precios con la Unión Europea era de un punto, pues el armonizado de España era del 3,2%, y el de la Unión, del 2,2%. Pero los precios en la zona euro (los 12 países que tienen moneda común) han descendido en noviembre hasta el 2,1%, desde el 2,4%, según datos preliminares adelantados por Eurostat; por tanto, el diferencial de España con esta zona a la que pertenece habría pasado de 0,8% a 0,7%. Mientras España ha reducido sus precios armonizados anuales cuatro décimas, la zona euro lo habría hecho sólo tres.

Por lo que se refiere a las diferencias entre comunidades en España, se acortan a medida que se reduce la tasa de inflación. No obstante, sigue habiendo tres regiones por encima del 3%, como son País Vasco, Rioja y Baleares. Todavía no registra ninguna tasa anual de inflación inferior al 2%; Canarias, la más baja, tiene un 2,2%.

 

El cordero ha subido el 28,8% en un año

La rúbrica más inflacionista es ahora la carne de ovino, con un aumento del 28,8% en los últimos 12 meses y del 7,7% en noviembre. Entre los alimentos han experimentado también fuertes subidas anuales la leche, con alzas del 10,9%, y las frutas frescas, con un 12,3%. Todos los alimentos, salvo el café, están en tasa positiva.

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