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EE UU baja los tipos al 1,75% tras el aumento del paro

Las expectativas se cumplieron. La Reserva Federal rebajó ayer otro cuarto de punto el tipo de interés interbancario hasta dejarlo en el 1,75%. Además recortó otras 25 centésimas la tasa de descuento, que quedó en el 1,25%, y dejó abierta la puerta para otro recorte porque cree que "la actividad económica sigue débil".

La Reserva Federal dijo ayer que la debilidad de la demanda "muestra signos de estar llegando a su fin, pero éstos son aún preliminares". El comité del banco central sigue pensando que la balanza de riesgos "continúa inclinada hacia condiciones de mayor debilidad económica", y por ello dejó la puerta abierta para una nueva bajada de tipos el año próximo.

Para el futuro, el banco central lanzó un mensaje de aliento asegurando que "las perspectivas para el crecimiento de productividad y la economía siguen siendo favorables" y que ello "debe ser evidente una vez desaparezcan las fuerzas extraordinarias que están frenándolas".

æpermil;ste es el undécimo recorte de tipos en lo que va de año y coloca el precio del dinero al mismo nivel que en julio de 1961, bajo la presidencia de John F. Kennedy.

2001 empezó con los tipos al 6,5%, pero en marzo dio comienzo una recesión que acabó de un plumazo con el crecimiento sostenido que ha vivido la economía estadounidense durante los últimos 10 años.

Una amplia mayoría de los analistas daba por descontada esta rebaja. Sin embargo algunos empiezan a cuestionarse si será o no necesario otro recorte en enero. James Glassman, economista del banco JP Morgan, aseguraba recientemente que "hay que dar tiempo a que surtan efecto los recortes de este año".

Algo que hasta ahora no ha ocurrido porque la recuperación no se está produciendo a pesar de los esfuerzos del banco central. Los economistas dicen estar recibiendo "señales confusas" sobre la evolución económica. Maury Harris, de UBS Warburg, cree que este tipo de señales son típicas de un periodo de transición "a una recuperación".

Harris señala que la subida de los mercados, "que típicamente anticipa la reactivación", es una señal positiva. Pero al otro lado de la balanza sitúa las malas cifras del paro, que en noviembre que alcanzó el 5,7%, el peor dato en seis años. Con estas cifras, UBS considera que el final de la recesión no es cercano.

La mayoría de los economistas espera la aprobación de un paquete de medidas de estímulo económico que por ahora sigue bloqueado en el Senado. Republicanos y demócratas siguen sin lograr un consenso sobre la concreción de algunas de estas medidas. Ayer el partido del presidente, George Bush, ofreció algunas concesiones para intentar conseguir su aprobación antes de fin de año. Pero no es seguro.

En estos momentos, el temor es que la confianza de los consumidores se deteriore con el aumento de las cifras de desempleo y que la demanda privada, que hasta ahora se ha mantenido robusta gracias a los descuentos y las facilidades de financiación, caiga. Las cifras de ventas de diciembre presentan hasta ahora una caída de casi un punto porcentual con respecto al año pasado. Parte de la caída tiene su origen en las altas temperaturas, que han retrasado compras típicas de la estación invernal.

Hasta ahora el mantenimiento del consumo ha permitido la reducción de los inventarios, pero no lo suficientemente rápido como para aumentar la producción. La Asociación Nacional de Gestores de Compras (NAPM, en sus siglas en inglés) señaló ayer que la reactivación empresarial no se espera hasta el segundo semestre de 2002.

Por otro lado, el Tesoro lanzó el ayer, cuando se cumplen tres meses de los atentados de septiembre, una emisión de "bonos patrióticos" que emulan los "bonos de guerra" emitidos durante la II Guerra Mundial.

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