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La SEPI alega pasivos ocultos para no pagar a KIO por el 7,7% de Ebro

Las enormes diferencias que separan a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales y al grupo kuwaití KIO por la valoración del líder alimentario español Ebro Puleva tiene principalmente carácter fiscal. Según fuentes cercanas a la compañía, la SEPI basa en gran medida su argumento de no reconocer validez al precio que demanda el Grupo KIO, amparado por un pacto de recompra de sus acciones firmado con el Gobierno en 1997, en la detección de importantes pasivos fiscales ocultos cuya dimensión no se ha concretado.

El contencioso está causando un profundo malestar entre los restantes accionistas del grupo alimentario que ven cómo de nuevo la compañía se ve afectada por severos enfrentamientos entre accionistas, que no benefician en nada al comportamiento del valor.

Tanto el Grupo KIO como la SEPI declinaron hacer comentarios en relación a este tema. La SEPI sí precisó que la negativa a pagar el precio estipulado por el contrato firmado entre la empresa pública Alimentos y Aceites (Alycesa) y KIO no "debe presuponer que se esté negociando o se vaya a negociar en el futuro un precio para solventar la cuestión".

La entidad presidida por Ignacio Ruiz-Jarabo "sólo ha comunicado a KIO que no va a comprar esas acciones a ese precio". Su decisión es atenerse a este principio a no ser que una decision judicial, si KIO opta por esa vía, le obligue. Por lo tanto no va a proponer a KIO un precio alternativo de recompra de su 7,7%. De acuerdo con fuentes cercanas al consejo de Ebro Puleva, para la SEPI es básico no atender las reclamaciones sobre la valoración de una compañía que, en estos momentos, tiene abierta en la Audiencia una denuncia de la Fiscalía Anticorrupción a instancias de la propia Agencia Tributaria sobre un presunto fraude fiscal al presupuesto de la UE.

"Es una cuestión de principios", aseguran los medios citados, "máxime cuando el hoy presidente de la SEPI era hasta hace pocos meses el máximo responsable de la Agencia Tributaria". La denuncia, admitida a trámite por el juez Baltasar Garzón el pasado 27 de junio, contabiliza el supuesto fraude en 6.500 millones de pesetas y se basa en que la compañía, "habiendo producido azúcar en cantidades superiores a las cuotas máximas, lo oculta mediante anotaciones ficticias en la contabilidad, eludiendo el pago de los montantes compensatorios exigidos por la UE". El juez Garzón ha citado como impu-tados en esta demanda a tres ex presidentes de Azucarera Ebro Agrícolas: Manuel Guasch, Jose Joaquín Ysasi-Ysasmendi y Vicente de la Calle.

Lagunas

De acuerdo con los medios citados, en caso de que finalmente KIO opte por ejercer sus derechos ante el Gobierno español, acudiendo a la vía legal, a la SEPI le va a ser enormemente complicado justificar aparentes lagunas legales en el contrato firmado por KIO y Alycesa en 1997. Este documento articulaba un derecho irrevocable de compraventa de la participación de KIO en la empresa a un precio de 3.000 pesetas por título, más un 10% de revalorización anual en un periodo máximo de tres años.

Las acciones de la compañía presidida por José Manuel Fernández Norniella cerraron ayer en Bolsa a 11,70 euros (1.946 pesetas).

"KIO vio en aquel momento una oportunidad inmejorable para rentabilizar sus títulos. Se aprovechó de las urgencias que Loyola de Palacio tenía por nacionalizar el azúcar", señalan fuentes próximas al consejo.

"Nadie con un mínimo grado de sosiego asegura una revalorización de acciones de un 10% anual. Sin embargo, el Gobierno, agobiado por la presión política que le llegaba desde Castilla y León para que no perdiera el control accionarial de Azucarera Ebro y de la gestión del negocio azucarero español, sí lo hizo en 1997", explican.

 

La filial de biotecnología de Puleva eleva el nominal para cotizar

Puleva Biotech, filial biotecnológica de Ebro Puleva, realizó ayer el contra-split -aumento del nominal de las acciones- previsto, en la proporción de una acción nueva por cada ocho antiguas, operación que sitúa el valor nominal en 0,24 euros, frente a los 0,03 euros actuales.

En un comunicado, Puleva Biotech explicó que esta operación se ha realizado mediante la emisión de acciones nuevas para su canje por las acciones actualmente en circulación y destacó que con la ejecución del contrasplit concluye todos los trámites previos a su salida a Bolsa.

El inicio de la cotización de Puleva Biotech en el Nuevo Mercado depende de la autorización de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), organismo que está verificando el folleto de la colocación en Bolsa.

La compañía de biotecnología ha emitido un total de 51,28 millones de nuevas acciones en sustitución de las antiguas, títulos que representan la totalidad del capital social y tienen los mismos derechos económicos y políticos que las que estaban hasta ahora en circulación.

Aclaró que para los accionistas que posean menos de ocho acciones actuales de 0,03 euros, o un resto de éstas inferior a dicho número se habilitará un sistema de adquisición de dichas acciones sobrantes (picos) por parte de Ebro Puleva, accionista mayoritario de Puleva Biotech.

El precio de adquisición de las acciones actuales de 0,03 euros será la octava parte del precio medio de la cotización media diaria de las acciones nuevas de las cinco primeras sesiones, a partir del día de admisión a cotización de las mismas en las Bolsas de Valores de Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia.

El canje para obtener las nuevas acciones de Puleva Biotech y los efectivos por las acciones sobrantes será realizado por la entidad agente de la operación, Benito y Monjardín.

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