Malestar en la CEOE por el alza de impuestos a los autónomos
La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), expresó su malestar por la posible subida del 4,8% de determinados valores de los módulos aplicables a las actividades incluidas en el régimen de estimación objetiva del IRPF y del régimen simplificado del IVA.
Las críticas al Gobierno por las subidas de impuestos previstas para el próximo año no sólo se circunscriben a los transportistas, consumidores y agricultores, afectados mayormente por el alza de los tributos especiales que gravan los hidrocarburos, alcoholes y tabaco.
Ayer, la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), encuadrada en la CEOE, expresó su malestar por la posible subida del 4,8% de determinados valores de los módulos aplicables a las actividades incluidas en el régimen de estimación objetiva del IRPF y del régimen simplificado del IVA.
Fuentes del Ministerio de Hacienda señalaron ayer a este periódico que la medida está, por el momento, en fase de estudio. Se trataría, según el Gobierno, de "una actualización del sistema de módulos, congelado desde hace cuatro años", que afectará a casi todas las actividades, excepto a la agricultura y el transporte. La subida podría aprobarse en breve, a través de una simple orden ministerial, o bien esperar a la reforma del IRPF del próximo año, para que entrase en vigor en 2003.
La patronal considera que se trata de una medida "absolutamente injustificada" en las actuales circunstancias económicas. Resulta "totalmente inadecuado" que el Gobierno, en vez de utilizar la política fiscal como un instrumento de reactivación para paliar los efectos de la crisis, adopte medidas que suponen un "desmesurado aumento" de la fiscalidad de las pymes, señala. Cepyme afirma en una nota que la tributación por el régimen de módulos en el IRPF "se ha incrementado en los últimos años".
Deflactación
La patronal recuerda que en 2002 la tarifa del IRPF tampoco se corregirá por los efectos de la inflación (deflactación), con lo que una vez más se producirá una "progresividad en frío". Este hecho, que va contrarrestando paulatinamente los beneficios de la reforma fiscal para las pymes de 1998, representa, según la CEOE, una carga adicional para los empresarios acogidos al régimen de módulos. La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (Upta) de UGT salió ayer también al paso de la propuesta de Hacienda, negando que los módulos aplicables lleven congelados desde 1996. La Upta recuerda que en la Ley de Presupuestos de 2001 el Gobierno eliminó la reducción general entre el 7% y el 12% que existía anteriormente, "por lo que el mayor esfuerzo fiscal individual puede llegar en algunos casos al 17% en sólo dos años".
La subida en los módulos del IRPF y del IVA prevista por Hacienda coincide con las rebajas fiscales incluidas en la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos para 2002. Entre ellas destaca la ampliación de 3 a 5 millones de euros (831 millones de pesetas) de la facturación máxima de una empresa para poderse aplicar el régimen fiscal de pymes.
Este régimen permite, entre otras ventajas, un tipo impositivo del 30% para los primeros 15 millones de pesetas de beneficio en el impuesto de sociedades (el general es del 35%), amortización acelerada del inmovilizado material nuevo y del inmaterial, y libertad de amortización para inversiones de escaso valor (menos de 100.000 pesetas), con un límite de 2 millones de pesetas.