La Comisión Europea recomienda retrasar la edad de jubilación
El retraso en la edad de jubilación en la Unión Europea (UE) es la reforma con la que los Estados miembros pueden obtener los mayores beneficios económicos en los próximos años, con cambios en los sistemas de Seguridad Social, según un análisis presentado por la Comisión.
Sólo la decisión de incrementar en un año el número de los días trabajados efectivamente por los europeos contribuiría a reducir los gastos públicos un 1% con relación al producto interior bruto (PIB), según el cálculo hecho por el Ejecutivo comunitario. Bruselas hizo público ayer un análisis sobre las perspectivas y los desafíos políticos de la UE en un momento en que la economía comunitaria atraviesa "un periodo de crecimiento económico lento" y cita las consecuencias que tendrá en los próximos años el incremento de los gastos públicos por el sostenimiento del sistema de pensiones.
Si no se aplican reformas, los gastos públicos en porcentaje de PIB aumentarán en los próximos años en todos los Estados miembros, con la excepción del Reino Unido, con un impacto medio de entre tres y cinco puntos de PIB, aunque con una mayor incidencia en países como Grecia (12,2 puntos) y España (7,9 puntos).
El informe recuerda que la edad de jubilación nominal en los países de la UE se sitúa ahora en los 65 años, aunque en la realidad está por debajo de ese nivel y "en muchos países la diferencia es de hasta seis y siete años", según destaca el informe.
El gasto público en pensiones, si las condiciones de edad de jubilación efectiva y de prestaciones a los pensionistas no cambian en los próximos 50 años, aumentará del 10,5% del PIB al 17,6% entre 2000 y 2050, según se afirma en el estudio.
Si se decidiera aumentar la edad efectiva de jubilación en los países de la Unión hasta los 65 años, el aumento del gasto público quedaría limitado hasta el 13,4% de PIB en 2050 y el crecimiento económico por habitante acumulado sería dentro de 50 años de un 13,1%.