Las 'telecos' aprovechan la recuperación del mercado para reducir su elevada deuda
Las operadoras de telecomunicaciones están aprovechando la más mínima puerta que abre la Bolsa para poner en marcha sus acuciantes planes de reducción de deuda. La caída bursátil obligó a paralizar todas las actuaciones, pero la subida de los últimos dos meses las ha descongelado, lo que ha permitido que KPN y France Télécom emitan 8.500 millones de euros (1,4 billones de pesetas) conjuntamente en forma de acciones y obligaciones.
KPN tuvo que suspender en junio la puesta en marcha de una ampliación vital para su proyecto de reducción de deuda y vuelta a la rentabilidad. France Télécom, mientras tanto, se ha tenido que conformar con vender inmuebles para sanear las cuentas.
La profunda crisis que viven las telefónicas ha impedido que muchas de ellas apelaran al mercado para buscar una financiación que les urge, así que han visto el cielo abierto con la recuperación de los últimos dos meses. La primera que aprovechó la ventana de oportunidad fue Telefónica, con su emisión de 2.000 millones de euros en bonos. Sonera ha puesto en marcha una ampliación de capital de 1.000 millones de euros y BT ha podido, finalmente, segregar su filial de móviles.
Con estos precedentes, KPN y France Télécom han optado por recuperar sus planes originales. La operadora holandesa anunció ayer una ampliación de capital de 5.000 millones de euros (831.930 millones de pesetas), con el objetivo de reducir su asfixiante deuda de 22.300 millones de euros (3,7 billones de pesetas). Y France Télécom hizo pública la colocación de 3.500 millones de euros (582.351 millones de pesetas) en obligaciones convertibles, en lo que supone la mayor operación de este tipo realizada en Europa.
Las condiciones del mercado no son las mismas que en verano, pero desde luego no han mejorado tanto como para que una noticia así fuera a ser bien acogida. La cotización de KPN cayó más de un 17%, y la de France Télécom, un 7%, en un giro a la baja que arrastró a todo el sector. Y es que las iniciativas de las dos compañías han puesto sobre la mesa una cuestión que todos parecían querer olvidar: el elevado grado de endeudamiento de las operadoras de telecomunicaciones y la urgente necesidad de reducirlo.
KPN tiene una deuda que supera 3,6 veces su capitalización bursátil, mientras que la de France Télécom se sitúa en el entorno de los 11 billones de pesetas. En total, los ex monopolios europeos acabarán el año con 259.735 millones de euros (43,2 billones de pesetas) de endeudamiento, según los datos de ABN Amro, más del doble que en 1999.
La ampliación prevista por KPN representa, en estos momentos, el 81,56% de su capitalización bursátil, lo que da idea del efecto dilutivo que tendrá. Sin embargo, la buena noticia es que ya está asegurada por bancos de negocio y por el Estado holandés, accionista de la operadora. En el otro lado de la balanza están las pérdidas del tercer trimestre, también anunciadas ayer, que ascienden a 341 millones de euros (56.738 millones de pesetas).
A pesar de la caída de ayer, el éxito de la colocación de France Télécom (la compañía asegura que fue cuatro veces sobresuscrita) y el hecho de que KPN se decida a ampliar capital demuestra que algo ha cambiado en el sector. Desde los mínimos de septiembre, compañías como Sonera o la propia KPN han subido más de un 100%. Telefónica, France Télécom o Deutsche Telekom se han revalorizado entre un 44% y un 90%, todo ello al calor de los planes de reducción de deuda.
Sin embargo, los inversores empiezan a preguntarse si la salud financiera de las telecos justifica tanta subida, sobre todo porque la deuda sigue siendo elevada y porque muchas operadoras están en números rojos. La recuperación de valor en Bolsa desde mínimos supera los 30 billones de pesetas, aunque desde los máximos de principios de 2000 todavía se dejan por el camino 168 billones.