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La Casa de la Moneda suspende contratos laborales durante los meses de vacaciones

Los sindicatos de la Fábrica Moneda han denunciado las prácticas que realiza la empresa con algunos de los trabajadores temporales para la fabricación de los euros. La Casa de la Moneda cancelaba los contratos a finales de julio y dejaba firmada la reincorporación con idéntico contrato en septiembre.

La recta final en el proceso de producción de los primeros euros que circularán físicamente a partir del 1 de enero no está siendo precisamente una fiesta en la Casa de la Moneda.

Desde finales de 1998, pero sobre todo con mayor intensidad a partir de 1999, esta entidad pública empresarial ha tenido que realizar contratos temporales de obra o servicio o por circunstancias de la producción a unas 400 personas, con el objetivo de hacer frente a la fabricación de los stocks de monedas y billetes necesarios para el lanzamiento del euro, sin dejar de producir al mismo tiempo los programas habituales, lo que superaba ampliamente la capacidad normal de la fábrica.

La empresa ya ha anunciado que todos los contratos temporales que aún están vigentes finalizarán el próximo 31 de diciembre, puesto que es ese momento en el que concluye la primera fase de fabricación de las nuevas monedas y con la plantilla fija de la Casa de la Moneda se puede seguir haciendo frente a los pedidos siguientes.

Aun así, la empresa parece haber llegado al compromiso tácito de mantener, todavía con contrato temporal, unos 100 empleos; por ello, los sindicatos hablan de un total de 300 despidos a final de año.

En este sentido, fuentes de CC OO han explicado a este diario que si la empresa adoptara una actitud diferente y saliera al mercado con auténtico interés por captar nuevos pedidos, se podrían mantener todos los contratos temporales y aspirar a su consolidación vía oferta de empleo público.

Pero al margen de la disyuntiva que mantienen en la actualidad empresa y sindicatos sobre la conveniencia de consolidar o no los empleos temporales, los sindicatos sostienen que se han producido serias irregularidades en el encadenamiento de sucesivos contratos temporales, por lo que han anunciado que recurrirán a la Inspección de Trabajo y a los tribunales si es necesario, para diluir posibles responsabilidad y defender el mantenimiento de los puestos de trabajo.

De hecho, CC OO explica que en un caso particular los tribunales ya han dictado sentencia favorable a un trabajador considerando su rescisión de contrato como un despido improcedente.

Además, los sindicatos han denunciado que otra de las irregularidades más frecuentes cometidas por la dirección de recursos humanos de la fábrica ha sido la finalización de algunos contratos temporales coincidiendo con el inicio del verano y la reanudación de la relación laboral con el mismo trabajador a primeros de septiembre.

Ahorro de cotizaciones

Esta práctica supone para la empresa el ahorro del pago del salario correspondiente al mes de agosto, junto con las cotizaciones sociales, mensualidad que el trabajador percibe del Inem, con el consiguiente aumento del gasto público.

Fuentes de la Casa de la Moneda argumentaron a petición de este periódico que esta práctica no ha sido generalizada y es absolutamente legal, criterios compartidos por los sindicatos, que, no obstante, critican que lo haga una empresa pública, que además tiene beneficios.

Fuentes de Trabajo han corroborado que la suspensión de contratos temporales coincidiendo con periodos de vacaciones o, simplemente, los fines de semana, no es ilegal, pero sí constituye un abuso y empleo fraudulento de esa clase de contrataciones. De hecho, Trabajo está llevando a cabo una campaña de inspección en las empresas para corregirlo.

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