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GUERRA AL TERRORISMO

Los mercados aguardan en calma el nuevo canje de deuda argentina

El riesgo-país de Argentina descendía ayer a 1.691 puntos básicos, unos 250 por debajo del máximo alcanzado hace 10 días. Los bonos soberanos mejoraban su cotización y el sistema financiero estaba en calma. Mientras tanto, el Gobierno trabaja sin descanso para concretar un canje de títulos de la deuda con fondos de pensiones y bancos locales y extranjeros. La derrota electoral oficialista no parece haber influido en los inversores.

El ministro de Economía, Domingo Cavallo, recibió ayer a una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI), encabezada por el encargado de los temas argentinos en el Fondo, Tomás Reichmann.

La visita, prevista desde hace tiempo para tratar los resultados del tercer trimestre de la economía, se produce en un momento muy particular. Cavallo negocia sin pausa con los bancos y los fondos de pensiones, tenedores de títulos de la deuda argentina por valor de unos 10.000 millones de dólares (11.000 millones de euros), para concretar un canje por nuevos bonos, a una tasa de interés significativamente menor a la vigente.

El portavoz del FMI, Tom Dawson, reconoció ayer en Washington que el viaje de la misión del organismo a Buenos Aires serviría para discutir "el régimen del tipo de cambio, el canje de deuda, el déficit cero". En otras palabras, los temas clave de la histórica crisis que corroe la economía del endeudado país suramericano.

A la misma hora, pero en la capital argentina, la representantes de Standard & Poor's en Argentina, Diana Mondino, reafirmaba la decisión anunciada ayer por su firma de imponer la categoría de cesación de pagos a los títulos de la deuda del país si se lleva a cabo el canje de deuda. Una tarea que fuentes del Ministerio de Economía, que pidieron no ser identificadas, dijeron que "continúa adelante y se llevará hasta el final".

Pero Mondino realizó dos apreciaciones que casi dejan sin efecto la amenaza de su agencia. Por una parte, aclaró que esa recalificación "se aplicaría solamente a los títulos canjeados bajo presión (del Gobierno) y no a Argentina". Más importante aún, Mondino aseguró que la advertencia de S&P no frena la negociación del canje de deuda, "contrariamente a lo que se ha dicho". Algo que concuerda totalmente con una alta fuente financiera consultada por este periódico en Buenos Aires, que afirmó que "la declaración de S&P es una presión que los bancos están ejerciendo sobre el Gobierno para que no reduzca tanto los tipos de interés de los nuevos bonos sobre los antiguos". Otra fuente del sector indicó que Cavallo querría que los fondos de pensiones acepten una rebaja de esos tipos del actual 14% al 8%. Los bancos deberían seguir el mismo camino con sus títulos. Los mercados han reaccionado con optimismo. Un canje reduciría el monto de los pago de la deuda y ayudaría a la reactivación de una economía estancada hace 41 meses, que ha puesto al Gobierno contras las cuerdas.

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