Blair reitera ante Arafat su fuerte apoyo a un Estado palestino independiente
El primer ministro británico, Tony Blair, aprovechó la visita que hizo ayer a Londres Yasir Arafat para reiterar su apoyo a la creación de un Estado palestino, a la vez que insistía en la necesidad de alcanzar un acuerdo de paz en Oriente Próximo.
El premier británico volvió a dejar patente ayer la conveniencia que tendría para la marcha de la guerra contra el terrorismo dirigida por Estados Unidos un acuerdo de paz entre palestinos e israelíes. Blair, que recibió ayer en la capital londinense al líder palestino, mostró su preocupación por la marcha de los acontecimientos en Oriente Próximo, que ayer se cobraron una nueva víctima, y apuntó a la creación de un Estado palestino como una de las claves en las que se ha de basar el acuerdo de paz.
"El objetivo es un Estado palestino viable, como parte de un acuerdo negociado que garantice la paz y la seguridad de Israel", afirmó Blair. "El fin que nosotros buscamos y deseamos es una paz justa en la que israelíes y palestinos convivan unos al lado de los otros, en sus propios Estados, con seguridad y con la posibilidad de progresar y desarrollarse", añadió en la rueda de prensa.
La de ayer fue una muestra más de la importancia que tiene para los aliados mantener la zona tranquila y ganarse la confianza de los árabes. Al igual que Blair, el presidente de EE UU, George Bush, ya declaró la semana pasada su apoyo a la creación de un Estado palestino. Bush, que ha sido acusado de mantenerse ajeno al conflicto en la zona desde que accedió a la presidencia, ha buscado el apoyo árabe para neutralizar los intentos de Osama Bin Laden de erigirse en paladín de la causa palestina.
Antes del 11 de septiembre
Blair rechazó que su preocupación por la paz se desatara después de los atentados contra Nueva York y Washington, sino que "desde antes del 11 de septiembre ya estábamos, incluido EE UU, trabajando duro para conseguir que las partes retomaran las conversaciones".
Entretanto, los palestinos acusaron ayer al Ejército israelí de haber asesinado a Ahmed Marshoud, un miembro de la organización árabe Hamás, ante lo que un miembro del Gabinete palestino declaró que supondrá "un colapso en el alto el fuego". Desde septiembre del año pasado, inicio de la actual Intifada, los enfrentamientos han dejado más de 800 muertos, de los que 626 eran palestinos.
En Londres, Arafat instó al primer ministro israelí, Ariel Sharon, a sentarse "inmediatamente" a la mesa de negociaciones "para alcanzar una paz global", a la vez que reiteró a Blair su "máximo compromiso" con el alto el fuego.
Desde Bratislava, capital de Eslovaquia, el ministro israelí de Exteriores, Simón Peres, recordó que Israel "ya ofreció un Estado palestino, pero los palestinos rechazaron la oferta", refiriéndose a la propuesta discutida el año pasado, que no salió a adelante por diferencias sobre la soberanía de Jerusalén y la vuelta de los refugiados palestinos. "Creo que el presidente Bush y el primer ministro Blair tienen que convencer a Arafat", señaló Peres.