_
_
_
_

El Gobierno de Bush estudia cubrir los daños causados por terrorismo

El Gobierno de EE UU estudia convertirse en "asegurador de último recurso" para las empresas que sufran daños por atentados terroristas. La ley está siendo debatida por el Congreso y supondría un importante alivio para las aseguradoras, que calculan que los atentados del 11 de septiembre les provocarán costes de hasta 40.000 millones de dólares (43.477 millones de euros o 7,2 billones de pesetas).

El Congreso de Estados Unidos y los técnicos del Departamento del Tesoro están revisando una propuesta de ley que convertiría al Gobierno federal en "asegurador de último recurso" para las empresas que sufran daños por atentados terroristas, según informó el diario The Wall Street Journal.

Se trata de una medida sin precedentes en EE UU y ya ha sido debatida personalmente por el presidente George Bush con representantes de compañías aseguradoras como AIG y Hartford Financial Services.

Las compañías del sector calculan que los ataques terroristas del 11 de septiembre les provocarán costes de entre 30.000 y 40.000 millones de dólares. Pero la fórmula del reaseguro hace que la factura esté muy repartida. De ahí que por ahora no hayan pedido ayuda directa del fondo de reconstrucción aprobado por el Congreso.

Robert Vagley, presidente de la Asociación Americana del Seguro, declaró tras la reunión con Bush que el sector "está bien gestionado" y "creemos que podemos afrontar adecuadamente las pérdidas por los ataques terroristas del 11 de septiembre y seguir fuertes".

Pero las aseguradoras temen no poder hacer frente a golpes similares en el futuro. De ahí que reclamen una fórmula que garantice apoyo del Gobierno en caso de emergencia.

La fórmula barajada establecería un fondo de protección frente al terrorismo financiado por la propia industria. En caso de ataque terrorista, cada compañía pagaría hasta un límite a partir del cual se recurriría al fondo colectivo.

Si dicho fondo no es suficiente, el Gobierno federal aportaría el dinero necesario para cubrir los costes.

Cláusula

Las compañías aprovecharon su entrevista con Bush para asegurar que no utilizarán la cláusula que las exime de pagar en caso de "guerra".

Y con ello calmaron a muchos de los damnificados por los atentados, que temían que la declaración oficial de guerra por parte del Gobierno de Bush les supusiera problemas a la hora de cobrar compensaciones de sus aseguradoras.

El único sector que ha recibido ya ayuda oficial del fondo de reconstrucción aprobado por el Congreso es el de las aerolíneas.

Tras un intenso debate en el Capitolio, los legisladores aprobaron este fin de semana un plan de ayudas para el sector que asciende a 15.000 millones de dólares. De esta cifra, 5.000 millones de dólares son ayudas en efectivo y el resto garantías de crédito.

El Gobierno también se hará cargo de los previsibles costes de litigio de las compañías si las familias de las víctimas deciden llevarlas a tribunales. Y esto puede elevar la factura en una cifra similar a la ya entregada.

Además, el Gobierno invertirá por ahora 123 millones de dólares en reforzar la seguridad en los aeropuertos y colocar agentes de la policía federal (Marshalls) en vuelos comerciales.

El plan de rescate fue aprobado después de que las compañías aéreas anunciaran unos 100.000 despidos y recortes del 20% en sus servicios. Y a él le seguirán ayudas a otras industrias damnificadas y rebajas de impuestos que intentarán impulsar el crecimiento de la maltrecha economía.

Archivado En

_
_