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La economía pierde gas y crece el 3% en el segundo trimestre

La economía española pierde vigor. Creció un 3% en el segundo trimestre sobre el mismo periodo del año anterior, sustentada todavía por la demanda interna. Pero este avance, expresado en ciclo-tendencia, que suaviza las variaciones, se torna un 2,7% en tasas brutas interanuales, frente a un 3,7% en el primer trimestre del año, lo que revela una fuerte contracción del crecimiento del PIB. En el segundo trimestre el consumo ha seguido perdiendo fuerza, así como la actividad exportadora, mientras que la inversión ha recuperado el tono alcista. Esta desaceleración de la actividad tuvo su reflejo en el empleo, que sólo creció el 2,6% en el año, menos de 300.000 personas si se corrige el efecto del calendario.

El producto interior bruto (PIB) registró un crecimiento interanual del 3% en pesetas constantes en el segundo trimestre del año, medido en ciclo-tendencia, según los datos provisionales adelantados ayer por Estadística. Este crecimiento de la economía es significativamente inferior al del primer trimestre (3,3%), como consecuencia de la desaceleración del consumo, y pese a un comportamiento de nuevo expansivo de la inversión. Es el cuarto trimestre de descenso del crecimiento, y se coloca en tasas desconocidas desde 1996.

La pérdida de pulso de la actividad queda más patente con el crecimiento expresado en tasa bruta, que fue del 2,7%, frente al 3,7% del primer trimestre; o expresado en tasa corregida de efectos estacionales, que fue del 2,9%, en vez del 3,4% del primer trimestre. Un detalle más: la variación intertrimestral constante y corregida de calendario fue del 0,5%, frente a un avance del 0,8% del primer trimestre del año.

Pese a que la demanda interna se ha comportado peor que en el trimestre anterior, aún ha aportado al crecimiento 2,9 puntos, prácticamente todo, mientras que el sector exterior sólo ha aportado una décima, debido a la contracción de las exportaciones, muy superior a la de las compras.

El comportamiento de la demanda interna ha sido dispar. Mientras que el consumo de los hogares sigue desacelerándose paulatinamente, la inversión ha recuperado tasas de crecimiento aceptables. El consumo de los hogares crece un 2,7% (expresado en ciclo-tendencia), frente al 2,9% del primer trimestre o el 4,4% de hace un año. El ajuste de esta variable se ha concentrado en el gasto alimentario, ya que el de consumo duradero mantiene buen ritmo, incluso, según el INE, más acelerado que la propia renta disponible, con lo que supone de contracción del ahorro generado.

Por lo que se refiere a la formación bruta de capital fijo (inversión), ha acelerado su tasa de crecimiento interanual en el trimestre, al pasar del 2,9% al 3,7%, con una concentración mayor en la inversión en equipamiento, que pasa de una tasa negativa del 0,8% a una positiva del 1%. [En tasa intertrimestral bruta, la inversión general pasa de una caída del 12,2%, a un avance del 13,5%, lo que permite apreciar más el cambio de tendencia que ha permitido mantener firme la demanda interna].

La inversión en construcción crece un 5,8% sobre el mismo trimestre del año pasado, mientras que un trimestre antes sólo crecía un 5,4%, y se acelera exclusivamente por la fortaleza del gasto en infraestructuras, ya que la obra en edificación ha moderado su vigor.

Estadística admite en sus comentarios a las cifras de la contabilidad nacional que los datos sobre la inversión en equipamiento hay que tomarlos con cautela por su erraticidad, y recuerda que convendría esperar a conocer el comportamiento en los próximos meses.

La demanda externa

La aportación creciente que se ha desarrollado desde inicios de 1999 -y que ha sido positiva en los tres últimos trimestres- se ha quebrado parcialmente en el segundo trimestre de 2001, y únicamente ha aportado 0,1 puntos. Esta pérdida de impulso es imputable a la desaceleración de las exportaciones de bienes y servicios cuya variación interanual en términos reales se sitúa en el 5,9%, frente al 7,7% del periodo precedente, como consecuencia de la pérdida de impulso de la demanda interna de los países que mayor cantidad de bienes y servicios españoles adquieren. La información aportada por las tasas intertrimestrales y corregidas de los efectos estacionales y de calendario muestra ya dos trimestres consecutivos con caída en las exportaciones, lo que explica la aportación decreciente al crecimiento.

Las importaciones muestran también un perfil cíclico descendente, aunque de menor intensidad que las ventas; así, su crecimiento fue de un 5,3%, ocho décimas inferior a la del trimestre anterior. En tasas filtradas se detecta una aceleración en el segundo trimestre en esta variable.

Desde el punto de vista de la oferta, todos los sectores muestran una pérdida de impulso moderada. La industria creció en el segundo trimestre un 1,9%, frente al 2,2% del trimestre anterior, y es bastante generalizada en todas las ramas de la industria, con la única excepción de las energéticas. La mayor aportación al crecimiento desde el punto de vista de la oferta la hace la construcción, con un avance real del 6%. Los servicios crecen un 3%, por la pujanza de los destinados al mercado frente al resto.

 

El Gobierno insiste en mantener sus previsiones

El secretario de Estado de Hacienda reiteró ayer que el Gobierno mantiene su previsión de crecimiento para el conjunto del año en el 3% y añadió que no se plantea "en absoluto la revisión de ese escenario". Folgado indicó también que, pese a los componentes de incertidumbre en el panorama internacional, la previsión del Ejecutivo de un aumento del producto interior bruto del 2,9% el año que viene es "razonable".

A juicio del secretario de Estado, la evolución de la economía española en el segundo trimestre del año ha sido "francamente positiva", e incluso "satisfactoria" si se tiene en cuenta el comportamiento de los países del entorno. En este sentido, destacó que el diferencial de crecimiento de la economía española con el resto de países de la zona euro se está ampliando, ya que ha pasado de 0,5 puntos hace cuatro trimestres a 1,3 puntos en el último.

325.000 nuevos empleos

Además, Folgado indicó que este crecimiento es "intensivo en creación de empleo", pues el número de puestos de trabajo a tiempo completo creció el 2,6% en el segundo trimestre, tendencia que es "perfectamente coherente", en su opinión, con la previsión del Gobierno de crear 325.000 nuevos empleos en todo 2001.

Preguntado sobre la incidencia en las variables macroeconómicas del afloramiento de dinero negro ante la puesta en marcha del euro, Folgado consideró que los indicadores no muestran que haya ningún efecto relevante y añadió que, de haberlo, sería reducido.

Sobre la bajada de los tipos de interés adoptada de forma coordinada por la Reserva Federal estadounidense y el Banco Central Europeo, opinó que tendrá un efecto de recuperación en todas las economías.

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