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Líderes de todo el mundo viajan a EE UU para manifestar su solidaridad

Líderes y diplomáticos de países como Reino Unido, Francia e Indonesia visitarán EE UU esta semana para manifestar su solidaridad tras los brutales atentados de la semana pasada y mantener consultas con el Gobierno de George Bush sobre la "coalición internacional contra el terrorismo".

El presidente francés, Jacques Chirac, tenía previsto cenar ayer con George Bush en la Casa Blanca. Hoy llegará a Washington Megawati Sukarnoputri, la presidenta de Indonesia (que es el país musulmán más populoso del planeta). Y mañana lo hará el primer ministro británico, Tony Blair.

Además se espera que lleguen esta semana los responsables de Exteriores de Rusia, China, Arabia Saudí, Alemania e Italia. Han Seung-soo, jefe de la diplomacia de Corea del Sur, se reunió ayer con el secretario de Estado, Colin Powell.

Conversaciones

El peregrinaje hacia Washington de líderes y diplomáticos de todo el mundo cumplirá un doble objetivo. Por un lado, los dignatarios podrán expresar directamente su solidaridad al pueblo estadounidense. Por otro, tendrán ocasión de discutir cara a cara con el equipo de Bush cómo van las investigaciones y qué represalias baraja Estados Unidos.

El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleicher, destacó el papel jugado por Blair en esta crisis y dijo que su entrevista con Bush será "un paso importante en el esfuerzo por construir una fuerte coalición internacional en la guerra contra el terrorismo".

El líder británico, que también visitará Nueva York, ha contactado al presidente chino, Jiang Zemin, para pedirle que su país se sume a dicha coalición. Además piensa reunirse hoy con el canciller alemán, Gerhard Schröder, y el jueves visitará a Chirac en París antes de partir hacia Washington.

Los países de la OTAN y la Unión Europea fueron los primeros en ofrecer su apoyo a EE UU. Pero algunos políticos de países aliados han pedido al Gobierno de Bush que actúe con responsabilidad y prudencia. Cualquier ofensiva militar amenaza con desestabilizar el mundo árabe y desatar una guerra santa de consecuencias impredecibles.

El propio Bush habló este fin de semana de "cruzada". Una expresión con claras connotaciones religiosas que alimenta el temor a que EE UU desate una guerra "contra el islam". El lunes, el presidente republicano visitó una mezquita en Washington y dijo que "la cara del terror no es la verdadera fe del islam".

Mensajes algo contradictorios que no contribuyen a calmar los ánimos dentro de la comunidad musulmana. Dentro de EE UU, el FBI ya ha recibido avisos de docenas de "crímenes de represalia" contra musulmanes. El Gobierno de Bush repite insistentemente que están armando una poderosa coalición internacional contra el terrorismo, pero los medios de comunicación locales empiezan a hacerse eco de las reticencias de algunos aliados.

Mubarak y Larry King

El presidente egipcio, Hosni Mubarak, apareció en el popular programa de Larry King en la CNN diciendo que "es demasiado pronto" para pensar en una coalición de este tipo y que "no debemos actuar con prisas". En lugar de una coalición militar, Mubarak propuso que se convoque una conferencia antiterrorista en las Naciones Unidas.

Pero la situación no invita a este tipo de conferencias internacionales, debido sobre todo a problemas de seguridad. Algunos diplomáticos han avisado que la reunión de líderes mundiales previa a la apertura de la Asamblea General del organismo multilateral, que empezaba el próximo lunes, seguramente tendrá que cancelarse.

En Estados Unidos, la ofensiva sigue considerándose inminente y el objetivo más probable es Afganistán. Pero el secretario de Estado, Colin Powell, dijo que piensan "esperar y ver" qué decide el consejo islámico que se ha reunido en Kabul para discutir la extradición de Osama Bin Laden.

Y el presidente George Bush eludió ayer la palabra "guerra" en un discurso en el que dio las gracias a los ciudadanos por su enorme generosidad en la ayuda a las víctimas de los atentados. La cifra de bajas sigue creciendo día a día. Según los últimos datos oficiales, en Nueva York hay 201 víctimas confirmadas y sigue habiendo 5.442 desaparecidos. Cifras que se suman a 188 fallecidos en el Pentágono y los 45 que murieron en el avión estrellado en Pensilvania.

Los neoyorquinos están intentando normalizar sus vidas, pero las cosas nunca serán igual. El gobernador George Pataki acaba de firmar una ley que endurece las penas estatales por delitos de terrorismo. Los ciudadanos están de acuerdo, pero reconocen que estas leyes tienen poco efecto cuando el enemigo está dispuesto a morir por su causa.

 

El Capitolio estudia incrementar las ayudas

Algunos congresistas quieren ampliar el fondo de emergencia y bajar más los impuestos

Los daños causados por la ofensiva terrorista de la semana pasada son superiores a lo que se temía, y el Congreso y la Casa Blanca preparan ayudas e incentivos adicionales para socorrer a las industrias damnificadas y a la economía en general.

Para empezar, el fondo de emergencia aprobado por el Capitolio (40.000 millones de dólares, unos 7 billones de pesetas) puede aumentar sensiblemente.

Kathleen Camili, economista jefe de la firma Tucker Anthony, dijo ayer en la CNN que no le sorprendería que este fondo "sea multiplicado por tres en las próximas semanas".

Sólo la industria de aerolíneas ha pedido al Gobierno 24.000 millones de dólares (unos 4 billones de pesetas) para evitar que algunas compañías caigan en bancarrota. El dinero se repartiría entre ayudas directas, incentivos fiscales y créditos preferenciales.

La cifra final puede ser inferior, pero la consejera presidencial Karen Hughes ha confirmado que el Congreso ya está estudiando la entrega a estas compañías de 15.000 millones de dólares.

Además, los congresistas y el Gobierno se han comprometido a colaborar en la reconstrucción de la zona siniestrada en Wall Street. Una tarea para la que piensan entregar la mitad del paquete de emergencia ya aprobado (es decir, 20.000 millones de dólares).

Y cientos de empresas damnificadas pedirán ayudas aduciendo pérdidas millonarias (entre ellas, las aseguradoras, que afrontan pagos por valor de 30.000 millones de dólares).

Medidas de estímulo

La ofensiva terrorista también eleva el peligro de que la economía entre en recesión. El presidente George Bush ha dicho que discutirá con el Congreso un paquete de "medidas de estímulo económico". El portavoz de la Cámara de Representantes, Dennis Hastert, ha dicho que esta nueva ley puede estar lista la semana próxima. "Necesitamos medidas combinadas, que pueden ser (una bajada de los impuestos) a los rendimientos del capital, créditos fiscales para la inversión u otras medidas que ayuden a los mercados".

Devolver la confianza a los inversores es considerado clave. El lunes, cuando la Bolsa de Nueva York reabrió sus puertas, las compañías estadounidenses perdieron casi 590.000 millones de dólares de valor.

Al menos hasta ahora, los congresistas republicanos y demócratas han cerrado filas en apoyo a las labores de reconstrucción y han apartado totalmente sus disputas sobre el superávit fiscal y la necesidad de respetar el dinero de la Seguridad Social.

Pero algunos congresistas, como el neoyorquino Charlie Rangel, han avisado que si las ayudas e incentivos fiscales crecen demasiado, ello puede "romper el espíritu cooperativo" que reina hoy en el Capitolio.

Por lo pronto, el demócrata Lloyd Doggett bloqueó la semana pasada un plan de rescate para las aerolíneas porque ello sentaría un precedente peligroso.

 

Aznar pide que la Interpol coordine la lucha antiterrorista

El presidente del Gobierno, José María Aznar, lamentó ayer una vez más las muertes causadas por atentados terroristas ocurridos el pasado martes en Estados Unidos y anunció que la próxima semana la Policía española presentará una propuesta concreta ante la asamblea anual de la Interpol para que "impulse y coordine la lucha contra los terroristas y contra aquellos que les apoyan en cualquier parte del mundo".

La propuesta española se presentará en la reunión que la próxima semana se celebrará en Budapest (Hungría), de la asamblea anual de la Interpol con el objetivo de poner en marcha un servicio permanente de coordinación policial dirigido a encontrar a los autores de los atentados de Nueva York y Washington.

El máximo responsable del Gobierno señaló, durante el discurso inaugural del Curso Académico de la Policía Nacional 2001-2002, que se celebró en Ávila, que "hoy en día sabemos que no hay fronteras para los criminales, y por ello, las fuerzas de seguridad de cualquier nación deben trabajar juntas para perseguir y hacer caer sobre los criminales todo el peso de la ley". Aznar apuntó que "la cooperación internacional, y muy especialmente el espacio europeo", deben avanzar con la mayor diligencia posible.

 

Piqué vincula a los terroristas con las mafias de inmigrantes

El ministro de Exteriores, Josep Piqué, subrayó ayer que para combatir el terrorismo internacional es preciso reforzar la lucha contra la inmigración ilegal, porque es "muy probable" que las mafias que trafican con emigrantes faciliten el tránsito de terroristas de unos países a otros.

Por su parte, el ministro de Defensa, Federico Trillo, dijo ayer que "para los españoles el sentimiento no tiene que ser ni prebélico, ni de guerra". En declaraciones a Radio Nacional, Trillo calificó los atentados de amenaza para todos los países occidentales y de "crimen contra la humanidad".

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