Expertos temen una pérdida de confianza que retraiga el consumo
Los expertos creen que los atentados terroristas sufridos el martes por Estados Unidos no afectarán a largo plazo a la economía mundial, pero no descartan una pérdida de confianza de los consumidores que haga más difícil la recuperación de la economía estadounidense.
La mayoría de los analistas económicos están convencidos de que, una vez eliminando el indudable impacto psicológico que ha provocado los ataques terroristas contra el corazón financiero de Estados Unidos, la economía seguirá su curso, sin que puedan apreciarse secuelas a medio plazo. La palabra técnica utilizada es "sobrerrecacción" de los mercados, ante la incertidumbre provocada por una situación sin precedentes.
Sin embargo, todos ellos reconocen que los sucesos del martes han elevado, sin duda, el riesgo de una contracción del consumo interno en EE UU, que puede acabar afectando al resto de las economías occidentales. Después de todo, el motor del comercio internacional es el consumo estadounidense, que representa cerca del 15% del PIB mundial. En ese caso, los países más afectados serían los grandes exportadores, con Alemania, Japón, Corea del Sur, Singapur y Taiwan a la cabeza.
Aunque es poco probable que haya consecuencias a largo plazo, los analistas sí reconocen que habrá efectos a corto plazo. Los más inmediatos sobre la economía, según el director del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Juan Iranzo, pasan, en primer lugar, por una mayor demanda de liquidez en el mercado ante una situación de incertidumbre, algo a lo que ya están haciendo frente los principales bancos centrales (Reserva Federal estadounidense, Banco Central Europeo y Banco de Japón).
Otro de los efectos, que ya se han hecho notar en los dos últimos días es el encarecimiento de las materias primas consideradas estratégicas, como es el caso del petróleo. Iranzo confía en que la evolución del precio del crudo, que superó los 30 dólares el barril durante las primeras horas después del ataque, se modere. "Es necesaria la colaboración de los países exportadores con Arabia Saudí a la cabeza, algo que ya se está produciendo", dijo ayer en un foro organizado por este diario.
Por su parte, el ex secretario de Estado de Economía y consejero del Banco Pastor Guillermo de la Dehesa, alertó de las consecuencias sobre algunos sectores como el turismo. "España es un país muy dependiente de este tipo de ingresos y de alguna manera se verá afectado; al igual que con todo lo que ocurra con el petróleo, dado nuestro alto grado de dependencia energética", afirmó.
Transporte aéreo
El director del gabinete de coyuntura de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), Ángel Laborda, advierte también del efecto en otros sectores como los seguros -especialmente las primas en el mercado inmobiliario-, y en el transporte aéreo de viajeros. De hecho, analistas como Gert Zonneveld, del Banco WestLB, esperan que la frecuencia de los vuelos por razones de ocio tarde en recuperarse varios meses, ante el miedo lógico a que se repitan atentados terroristas de tal calibre.
El jefe del Servicio de Estudios del BBVA, Miguel Sebastián, destaca el indudable "impacto psicológico" que ha provocado en la opinión pública pero minimiza su efecto a largo plazo. "Confío en la capacidad de recuperación de la sociedad estadounidense y en la fortaleza de sus fundamentos económicos", añade. El ex director de la Oficina Presupuestaria del Gobierno, José Barea, cree, igualmente, que Estados Unidos no va a tardar más en salir de la desaceleración por este suceso.
De igual forma, el director de Servicio de Estudios de la Bolsa de Madrid, Blas Calzada, considera "difícil" que los atentados provoquen en Estados Unidos una recesión económica, "aunque sí podrían acentuar la desaceleración actual, debido a una posible retracción del consumo privado".
A su juicio, esta situación no ha beneficiado tampoco a la confianza de los inversores, por lo que "si se estaba en una situación de desconfianza, ahora tendremos más". La incertidumbre ha calado también en parte del empresariado. Los fabricantes españoles de calzado mostraron ayer su preocupación por una posible contracción del consumo en Estados Unidos, uno de sus principales clientes, tras los atentados terroristas, asunto que vendría a agravar la desaceleración de la demanda hecha patente ya en el primer semestre del año.
Sin embargo, otras firmas españolas con intereses en el gigante estadounidense, como Freixenet y Codorníu, no se han planteado por ahora cambios de estrategia empresarial, esperando que las aguas vuelvan a su cauce. Lo importante, según sus responsables, es que regrese la confianza al mercado, apartando de las leyes económicas la coyuntura politica.
José María Cuevas descarta efectos a medio plazo
El presidente de CEOE, José María Cuevas, declaró ayer a Efe que los atentados perpetrados en Estados Unidos no van a tener a medio plazo efectos sobre las variables económicas fundamentales, aunque en el corto plazo se pueden dar lo que calificó de sobrerreacciones.
Preguntado sobre las consecuencias económicas del ataque y si podría acentuar la desaceleración, Cuevas dijo que la acción terrorista fecha de forma clara el fin de la expansión económica, "pero esto al mismo tiempo tiene como consecuencia que se está empezando la cuenta atrás para la recuperación".
En su opinión, las expectativas posiblemente se encuentran en su peor momento al conjugar factores económicos y humanos tan importantes como los producidos, "por lo que la situación de las expectativas no puede más que mejorar a partir de este momento".
Aseguró que "en el corto plazo estamos observando que se pueden dar sobrerreacciones, que, por otra parte, no están resultando de exagerada magnitud", pero que a medio plazo los atentados, a pesar de su brutalidad y el drama humano que encierran, no van a tener efectos sobre las variables económicas fundamentales.
"Al igual que en los mercados de bienes, en ocasiones, en los mercados de capital se sobrerreacciona por las emociones del momento", pero un análisis sosegado muestra que este atentado no cambia las circunstancias económicas anteriores.
Respecto a posibles riesgos para las empresas españolas en EE UU, el presidente de los empresarios pronosticó que las actividades económicas y financieras seguirán su curso "y posiblemente esta normalidad sea la mejor contribución que podamos realizar desde las empresas a la sociedad estadounidense en particular y occidental en su conjunto". Por último, dijo que el ataque no es comparable en absoluto con sucesos como la Guerra del Golfo.
Soros asegura que habrá una recesión económica mundial
El financiero estadounidense George Soros afirmó ayer que "se producirá una recesión económica mundial" tras la ola de atentados terroristas cometidos en Estados Unidos. "La economía estadounidense se enfrenta a una fase muy delicada ya que los consumidores que habían mantenido el gasto a pesar de la desaceleración económica, comienzan a ser más prudentes, según los últimos indicadores económicos anunciados", declaró Soros durante un foro económico celebrado en Pekín.
"Los atentados tendrán efectos inmediatos en todo el mundo, creo que afectará al consumo y puedo asegurar que la economía sufrirá una gran recesión", agregó Soros.
Goldman pide bajar tipos
El banco de inversión Goldman Sachs, por su parte, dijo ayer que los atentados profundizarán la desaceleración económica en Europa y obligaron a la firma a cambiar su estrategia para el mercado de acciones en esa región.
"Los ataques en Estados Unidos probablemente tendrán un impacto adverso en la confianza del consumidor y las empresas, profundizando el declive de la economía y postergando una recuperación", dijo el banco de inversión en un informe sobre su estrategia en Europa. Goldman añadió que su estrategia de armar una cartera de valores más sensible a una recuperación del mercado ya no era apropiada.
La firma dijo que los sectores que se verán más afectados negativamente en respuesta a los ataques incluían a las aerolíneas, empresas de venta minorista, hoteles y esparcimiento.
Asimismo, añadió que el impulso de los valores petroleros ante la fuerte subida de los precios del crudo el martes "podría ser muy breve". "Las perspectivas podrían mejorar para servicios de telecomunicaciones, particularmente los tradicionales. Los servicios de seguridad y compañías tecnológicas deberían beneficiarse", añade el informe.
"El camino hacia una recuperación económica dependerá de cuán agresiva sea la flexibilización de la política monetaria en las próximas semanas y de un recorte en los precios del petróleo que podría facilitarse mediante el uso de las reservas estratégicas de petróleo si se interrumpe la oferta", señala.