Los laboratorios deben aportar casi medio billón para controlar el gasto
El Ministerio de Sanidad ha logrado trazar las líneas maestras del Plan de Estabilidad del Sector Farmacéutico. Cerrado el acuerdo con boticarios y mayoristas, queda fijar, y eso será en septiembre, la cantidad que los laboratorios desembolsarán para financiar los proyectos estrella de Celia Villalobos. Un estudio financiado por el Consejo General de Farmacéuticos pone en duda que las aportaciones negociadas hasta ahora por unos y otros sean suficientes para adecuar el gasto real al presupuestado.
El Consejo General de Farmacéuticos de España, que preside Pedro Capilla, encargó hace unos meses al economista Gerardo Ortega un informe sobre el futuro de la farmacia en España.
Este documento dibuja varios escenarios de crecimiento del gasto en medicinas y calcula las aportaciones que, en función de esos escenarios, tendrían que hacer boticarios, mayoristas y laboratorios para ajustar en los próximos cinco años el crecimiento del gasto ambulatorio al gasto presupuestado.
Estas devoluciones, como suelen calificarse en el sector sanitario, deberían oscilar entre los 374.656 millones de pesetas, en un escenario de crecimiento moderado, y los 774.299 millones, en el más negativo, y son inferiores a las que los sectores implicados están negociando con Villalobos. El cuadro que acompaña esta información toma como referencia un escenario intermedio y calcula unas aportaciones por valor de 572.145 millones de pesetas.
Farmaindustria negocia una ayuda que ronda los 25.000 millones anuales -125.000 millones de pesetas en cinco años- y los boticarios han pactado devoluciones al sistema (en el caso de que el gasto crezca por encima del PIB nominal) a través de los descuentos fijados en el decreto 5/200 de medidas liberalizadoras, cuyo coste el informe del Consejo General de Farmacéuticos cifra en 281.741 millones. El cálculo siempre se refiere a 2001-2005.
Teniendo como referente esta última cifra, sólo en el caso de que se diera el escenario de gasto más moderado, con unas necesidades adicionales de 374.656 millones, las aportaciones inicialmente comprometidas por los laboratorios serían suficientes. Farmaindustria siempre ha trabajado con este escenario presupuestario.
De todas formas, la estimación económica de los descuentos de las boticas a la Seguridad Social no incluye los cambios de última hora: desde 2002 van a ser móviles "en función del gasto" y van a excluir las especialidades farmacéuticas con un precio de venta superior a las 13.035 pesetas.
Aportación 'finalista'
Hasta septiembre no se cuantificará la aportación exacta de la industria farmacéutica. Los laboratorios españoles entregarán durante los próximos tres años entre 20.000 y 25.000 millones de pesetas anuales. Esta aportación tendrá carácter finalista -se destinará a financiar la investigación oncológica y la cardiovascular- y se sumará a los fondos que la industria destina a I+D, que los laboratorios siempre han considerado aportaciones al SNS. Si aceptan finalmente vincular la aportación a la evolución del gasto y pagar sólo si éste crece por encima del PIB nominal, la cantidad será menor; si evitan la vinculación al PIB, la cantidad será mayor.
Las hipótesis de crecimiento del gasto en medicinas, que recoge el documento del Consejo General de Farmacéuticos, repiten un diferencial de crecimiento de los precios de los medicamentos (PVP) con la UE (Reino Unido, Italia, Holanda, Francia, España, Bélgica y Alemania) del 3% y un crecimiento del presupuesto farmacéutico del 7,2% anual, por encima del PIB nominal. Varía el crecimiento del consumo de medicamentos en unidades, que en el escenario central se fija en 2,4% anual.
Además de cuantificar las aportaciones adicionales en casi 400.000 millones como mínimo, Ortega defiende que los descuentos de las boticas a la Seguridad Social (281.741 millones) deben ser considerados por el Gobierno como aportación de las oficinas al control del gasto, como así ha sido, en principio, tras la negociación del preacuerdo.
Más de medio billón
En este caso, según el informe, el dinero que le correspondería a la industria sería 515.000 millones (su peso relativo en el consumo ambulatorio), y a los mayoristas, 57.143 millones. Los 515.000 millones suponen el 8,8% del consumo, que en esos cinco años puede estimarse en unos 5,8 billones de pesetas.
Y continúa: "Si los laboratorios no quisieran poner este dinero, el reparto sería de 378.471 millones los laboratorios; 36.333 millones, los mayoristas ,y 157.339 millones de pesetas, las oficinas de farmacia".
Las farmacias temen la libertadde márgenes comerciales
El documento dedica un capítulo al Pacto de Estabilidad, con algunas apreciaciones tan cáusticas como ésta: "Es muy probable que el documento que finalmente envíe el Gobierno al Congreso quede muy lejos de las expectativas que ha despertado (...) y que se limite a una simple propuesta de reparto de las diferencias que puedan producirse en el futuro entre el gasto real y el presupuestado (...), aderezado, eso sí, con un diagnóstico apropiado para justificar las medidas que se incluirán a continuación para que los responsables del Ministerio de Sanidad puedan decir que ¡por fin! se van a atacar las causas estructurales del gasto público".
Y continúa: "Sea cual sea el resultado final de esa negociación, no parece razonable que la farmacia adopte actitudes extremas (...) el Gobierno tiene en su mano la posibilidad de liberalizar los márgenes comerciales para limitarse en lo sucesivo a regular los precios de venta".
El informe recomienda que los farmacéuticos traten de aumentar el valor añadido de su trabajo en la cadena "producción-distribución-dispensación" mediante un aumento sustancial de su capacidad de sustitución o promoviendo la prescripción por principio activo: "Un tema absolutamente decisivo para salvaguardar la posición profesional de los boticarios".
En ningún caso, las ganancias netas de las farmacias bajan del 5,7% anual y pueden llegar al 7,7%.